Primeras críticas a la UEFA por su organización de la final de la Champions League. El duelo, que congregará a dos equipos ingleses como el Chelsea y el Manchester City, se disputará en el estadio del Oporto tras el cambio de sede con Estambul. Una decisión del organismo continental que ya se ha cobrado sus primeras víctimas. Y es que hasta 800 aficionados del Chelsea han rechazado las entradas facilitadas por la UEFA.
Cada equipo participante recibió cerca de 6.000 entradas para el encuentro. Se calcula que, en total, haya unas 16.500 butacas libres en el campo. Sin embargo, ya se ha confirmado que no todos los asientos estarán ocupados, especialmente los de la zona designada a los hinchas del Chelsea. La razón principal de rechazar estas entradas, según han confirmado organizaciones de aficionados, son los altos precios marcados.
Las entradas para acudir a la cita final oscilaban entre los 70 euros y los 600 euros para la zona mejor posicionada. Pero, a esta cantidad, había que sumarle el coste extra de tener que comprar el billete de avión pertinente y la realización de los test de la Covid-19 que necesitan todos los aficionados antes de subirse al avión. Según anunció Portugal hace unas semanas, aplicarían una especie de 'burbuja' a los seguidores para que no tuvieran contacto con la población local y todos los vuelos de vuelta deberían realizarse el mismo día de la final.
Dan Silver, portavoz del grupo de aficionados Chelsea Supporter Trust, ha criticado a la UEFA en unas declaraciones recogidas por la BBC. "Ha vuelto a demostrar lo poco que le importan los aficionados. Parecían nuestros aliados en la Superliga, pero ahora nos han dado la espalda de nuevo", ha recalcado el representante de los fans del Chelsea.
"Su insistencia en organizar vuelos chárter, con los que se pasarían solo 24 horas en Portugal, además de tener los test, han creado precios prohibitivos Vender entradas por hasta 400 libras para una final con acceso limitado, con un viaje innecesario, cuando había soluciones más obvias para hacer la final en Inglaterra, es lamentable", ha recalcado.
Y es que desde las autoridades británicas se presionó para que la sede de la final fuera trasladada a Reino Unido. Opción finalmente rechazada porque, según explicó la UEFA, el ejecutivo inglés no había rebajado los requisitos de periodistas y organización para entrar al país.
El detalle del City
A diferencia del Chelsea, el conjunto de Mánchester anunció que colaboraría con todos sus aficionados para facilitar su viaje a Portugal. Concretamente pagando el transporte hacia la ciudad lusa. Sheikh Mansour, dueño del conjunto entrenado por Guardiola, anunció por medio de un comunicado que pagaría los vuelos oficiales dispuestos para los hinchas de su equipo.
"Es importante que todos los aficionados que sea posible tengan la oportunidad de asistir a este partido tan especial. Sobre todo aquellos que han apoyado al Manchester City tanto en los buenos como en los malos momentos", recalcó en la nota oficial. Un gesto agradecido por los seguidores del City y que denota la importancia y el valor histórico que le da la entidad a la ansiada final de la Champions League.
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