Varazdat Haroyan seguramente no sea un nombre muy conocido para los aficionados al fútbol español. Sin embargo, se acaba de convertir en uno de los primeros fichajes de la temporada en La Liga. Concretamente, llega al Cádiz para reforzar su zaga y cumplir uno de los grandes deseos y objetivos de Álvaro Cervera para este verano.
El técnico de la entidad cadista ha conseguido mantener con holgura al equipo en Primera División y por ello su presidente, Manuel Vizcaíno, y todo su equipo de la dirección deportiva, se han puesto las pilas a la hora de cerrar su primera incorporación para completar su defensa. La llegada de Varazdat no solo supone unas piernas nuevas y con experiencia internacional para el vestuario del Cádiz, sino que además les regala una historia increíble.
El jugador armenio llega procedente del Astana kazajo y viene recomendado por una persona que conoce a la perfección el fútbol español y las necesidades de los equipos andaluces. Se trata de Joaquín Caparrós, quien en estos momentos ejerce como seleccionador de Armenia, combinado del cual es capitán Varazdat.
Por ello, en cuanto el conjunto de la 'Tacita de Plata' se interesó en Haroyan, su seleccionador no dudó en avalar y dar su aprobación a un fichaje en el que ha trabajado y mucho la directiva del Cádiz. De hecho, el defensa central lleva un tiempo aprendiendo español para hacer más fácil su adaptación después de que en las últimas semanas, su fichaje fuera un secreto a voces reconocido incluso por la dirección deportiva. Mientras el conjunto cadista sigue buscando nombres en el mercado para reforzar el equipo y agilizando el capítulo de salidas, Álvaro Cervera ya tiene a su 'soldado'.
El soldado Varazdat
A pesar de que su nombre y su apellido puedan pasar desapercibidos, la historia que guarda el pasado de Varazdat Haroyan es de lo más compleja. Está relacionada nada más y menos que con la milicia de su país, Armenia. Y todo por un fichaje fallido y por la viralización de una noticia falsa, un bulo, una fake new, como se dice ahora.
Todo comenzó en el mes de septiembre de 2020 cuando Varazdat se decidió a dejar su club de entonces, el Ekaterimburgo ruso, porque tenía apalabrada su llegada a la liga griega. El AE Larissa se había lanzado de lleno a por su fichaje y el defensa armenio estaba decidido a dar el paso de probar un nuevo equipo y una nueva liga, algo muy frecuente durante su carrera deportiva.
Sin embargo, de buenas a primeras, todo se detuvo sin que nadie diera un solo motivo y Varazdat desapareció. Ni en el Ekaterimburgo ni el Larissa, el ahora jugador del Cádiz parecía haberse quedado en un limbo extrasensorial entre ambas operaciones, la de salida y la de llegada al que iba a ser su nuevo club. Tras su desaparición, se empezaron a hacer muchas especulaciones sobre su situación y su paradero. Sin embargo, la que finalmente terminó cuajando fue la más sorprendente.
Todas las informaciones vinculantes con el caso aseguraban que Varazdat se había marchado a su país, Armenia, para alistarse en el ejército y participar en el conflicto bélico contra Azerbaiyán, concretamente en el conflicto del Alto Karabaj de ese mismo año. De esta forma, y sin que nadie pudiera parar esa bola de nieve que fue creciendo, Varazdat Haroyan se convirtió en el 'futbolista-soldado' de Armenia con una historia increíble a su alrededor.
Lo más sorprendente es que tan solo un mes después, Varazdat apareció casi sin haberse enterado de nada después de firmar por un nuevo club, el FC Tambov, y después de haber estado incluso concentrado con su selección. En ese momento, aclaró que, efectivamente, no se había alistado en el ejército armenio y que no había ido a la guerra. Aún así, su fama de 'futbolista-soldado' le ha acompañado durante el resto de su carrera.
Repudiado en Irán
A pesar de que este impresionante capítulo de su vida y de su carrera ha sido el más famoso, no ha sido el único esperpéntico que ha tenido que vivir y, todos o casi todos ellos, relacionados con la guerra y con ese maldito conflicto entre Azerbaiyán y Armenia. Esta dichosa guerra también le persiguió durante su etapa en Irán.
En el año 2016, concretamente en el mes de abril, se produjo una escalada de violencia que ha estado considerada, hasta la guerra de 2020, como la violación más letal del alto al fuego en este conflicto. Fue un punto de caos y crispación que desembocó en una espiral de violencia atroz dentro de un conflicto que comenzó a principios del siglo XX y que todavía no ha escrito sus últimas páginas.
Fueron precisamente estos hechos, los que avivaron la tensión en el conflicto, los que le jugaron una mala pasada a Haroyan cuando intentó fichar por el Tractor Sazi, un equipo de la liga de Irán. Debido a las importantes presiones recibidas por su origen armenio, se vio obligado a abandonar el club tras ser repudiado en el país como consecuencia de la activación de la guerra. Finalmente, tras muchas semanas de incertidumbre y de verdadero peligro, otro equipo iraní, el Padideh, se apiadó de su situación y le terminó firmando un contrato para que pudiera quedarse en el país, aunque fuera por poco tiempo.
El sello de Caparrós
Además de haberse convertido en 'soldado-fantasma' por unos días en el conflicto armenio y de haber sido repudiado en Irán por sus orígenes, Varazdat ha tenido una larga carrera a pesar de tener solo 28 años, que serán 29 cuando comience la próxima temporada en su nueva casa, el Cádiz.
Haroyan y su peculiar historia aterrizan en La Liga tras contar con la aprobación y la recomendación de Joaquín Caparrós, seleccionador de Armenia y persona de confianza del nuevo defensa del equipo de Álvaro Cervera. Se trata de un movimiento clave para aportar rigor y dureza a la defensa de un equipo que este año ha encajado un total de 58 goles en liga y que ha terminado con un saldo negativo de 22 tantos.
Este discípulo de Joaquín Caparrós, además de por ser un personaje peculiar donde los haya, destaca por haber sido un 'trota-mundos' del fútbol a pesar de su corta edad. Comenzó su carrera en el extinto Patani antes de dar el paso al Pyunik Ereván, equipo con el que consiguió títulos muy importantes en su país natal.
Después, en el año 2016, tuvo su extraña y desagradable aventura en Irán antes de llegar a Rusia, al Ekaterimburgo, donde estuvo tres años. De ahí, tras pasar su famoso conflicto armado firmó por el Tambov para terminar marchándose este año, en el mes de febrero al Astana, donde ha rendido a gran nivel. Ahora aterriza en España y en Cádiz para conocer un fútbol y una ciudad completamente diferentes con el objetivo de integrarse y permanecer en la élite europea el mayor tiempo posible. Para ello cuenta con el sello de Joaquín Caparrós.
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