El FC Barcelona sigue intentando perfilar la mejor plantilla posible de cara a la próxima temporada. En el conjunto azulgrana saben que llevar a cabo grandes fichajes se antoja imposible a no ser que haya una venta muy sonada y por ello han picado piedra en el mercado de los jugadores que finalizan contrato.
Gracias a eso han dado dos golpes que parecen ser positivos y, sobre todo, que gustan y mucho a Ronald Koeman, quien finalmente va a ser el entrenador la próxima temporada. El 'Kun' Agüero y Eric García fueron sus dos primeros movimientos, dos futbolistas que terminaban contrato con el Manchester City y han pasado a formar parte del nuevo Barça de Joan Laporta.
Su tercera incorporación ha sido la de Emerson, el lateral traído desde Brasil y que se ha aclimatado a La Liga y al fútbol español en las filas del Betis para ahora ser recuperado por un precio inferior a los 10 millones de euros. No son nombres especialmente ilusionantes, pero es el mínimo margen de maniobra que tienen los azulgranas para su reconstrucción.
Sin embargo, el cuarto fichaje que estaba marcado a fuego en la lista de Laporta y de su nueva junta directiva parece estar muy cerca de escaparse de forma definitiva. Al menos, en el Barça ya lo dan perdido y empiezan a no entender la decisión tomada por el jugador. Se trata de Wijnaldum, futbolista que termina contrato con el Liverpool y que era otra de las peticiones expresas de Ronald Koeman.
Adiós a Wijnaldum
En el FC Barcelona ya contaban con su fichaje desde hace varias semanas y lo consideraban como una incorporación clave al centro del campo, ya que se trata de un futbolista de talla mundial, capaz de aportar músculo y fortaleza al centro del campo, pero también llegada, gol y buen criterio a la hora de distribuir el juego.
No obstante, parece que tanto Koeman como Laporta tendrán que buscar una alternativa porque Wijnaldum no va a seguir en el Liverpool, pero tampoco va a llegar a Barcelona, sino que lo hará a París. El PSG, el gran enemigo de los azulgrana en el mercado, se ha propuesto llevarse a un mediocentro de las características de Wijnaldum para completar su gran plantilla. Cierto es que los de Pochettino carecen de un jugador de esas características a tanto nivel.
En la entidad culé están especialmente sorprendidos por cómo se ha acelerado toda la operación entre el PSG y Wijnaldum, un fichaje que consideraban atado, y es que la oferta llegada desde París ha sido bastante superior a la del Barça. Además, Laporta se ha cerrado en banda y ha decidido no entrar en un juego de tira y afloja con los galos donde tiene todas las de perder.
Las opciones del Barça pasaban por ofrecerle otro tipo de argumentos para convencerle como formar parte de un club histórico, con un proyecto deportivo en crecimiento y con la oportunidad de jugar al lado de futbolistas como Messi. Pero ni por esas. Gini Wijnaldum lo tiene casi hecho con el PSG para firmar por las próximas tres temporadas y en la secretaría técnica del Barça, con Ramón Planes y el recién fichado Jordi Cruyff a la cabeza, ya sondean otras opciones. Ni siquiera la visita de los agentes del holandés para dejar apalabrado el acuerdo ha sido suficiente.
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