La duda en 2020 era si se debían celebrar los principales torneos deportivos pese a la Covid-19. A medida que avanzó el año y la pandemia dio un ligero respiro, el debate se centró en si se debía aceptar público y en qué cantidad en este tipo de eventos. Y ahora, con situaciones muy optimistas en parte de Europa, la cuestión reside en si los deportistas que compitan en grandes torneos deben recibir la vacuna contra el coronavirus o no. La polémica surgida en España por la decisión del Gobierno de dar preferencia a la Selección y vacunar a sus miembros para la Eurocopa no es más que un ejemplo más de la libertad de elección en el deporte.
El torneo de selecciones comenzará este mismo viernes con un Turquía - Italia. Los italianos, por ejemplo, tienen vacunada a toda su selección. España, por su parte, debutará el próximo lunes ante Suecia. Y, en su caso, se prevé que reciban la dosis esta misma semana tras la aprobación del Gobierno. Sin embargo, ninguna de las dos está obligada a realizar este proceso. Y es que la UEFA apenas se ha pronunciado públicamente en este respecto.
La organización, liderada por Ceferin, ha dado constantes detalles sobre cómo será la Eurocopa. Un chorreo de información y una actualización de ella que, por el contrario, no ha tenido espacio para el tema de la vacunación. La UEFA dejó claras sus líneas maestras: el público debía estar presente en todos los partidos. Un requisito que incluso llevó a arrebatarle a Bilbao la sede a cambio de Sevilla, pues entre las autoridades vascas no se aseguraba el porcentaje mínimo de espectadores. Además, recientemente se ha confirmado que los espectadores que acudan a La Cartuja deberán hacerlo con una PCR negativa.
Diego Llorente, Jordi Alba, Koke Resurección, Gerard Moreno y Pedri, durante un entrenamiento con la Selección
Una serie de medidas sumadas a la de la ampliación de las plantillas de cada selección ante cualquier riesgo de contagio, o el constante seguimiento sanitario de los jugadores con pruebas contra la Covid-19. Sin embargo, y pese a que el torneo se va a realizar en diferentes países de Europa con situaciones sanitarias distinas, la organización no ha dado pie a establecer una recomendación común de vacunarse.
Los JJOO
Una situación muy diferente a la de otras organizaciones como la de los Juegos Olímpicos de Tokio. El evento deportivo de este verano, tras ser aplazado el curso pasado, dará su última actualización del reglamento este mismo mes. Y será ahí donde se conozca con total concreción el plan sanitario para los participantes. Pero, por el momento, la clave está dada: es recomendable que todo el que acuda vaya vacunado.
El puente del Arcoíris y la Torre de Tokio iluminadas con los aros olímpicos en primer plano en Tokio
No es ninguna obligación para participar, pues podría exceder algunos límites. Sin embargo, tanto desde la organización del COI como desde la organización nipona se ha defendido públicamente la inoculación de la vacuna. Sería, como han dado a entender en los últimos meses, una muestra de respeto a una población japonesa que se viene oponiendo a la celebración de los Juegos por la situación pandémica.
Además, todo está organizado por el propio COI. El Comité, en un gesto de defensa de la vacunación, llegó a un acuerdo con Pfizer para obtener dosis suficientes para todos los participantes. En el caso de España, por ejemplo, se acordó una colaboración entre CSD, Defensa, Sanidad y Cultura y Deportes para llevar a cabo todo el proceso de vacunación. Toda una campaña para reforzar la seguridad de la villa olímpica y que podrá comprobar su funcionamiento en apenas unas semanas.
Los Juegos, sin embargo, no son los únicos que también han evitado el silencio con la vacunación. La Copa América, que se disputará a la par que la Eurocopa, también ha dado cierta importancia a la campaña pese a estar envuelta en constantes altibajos y polémicas.
División en Brasil
La Copa América no ha vivido semanas nada sencillas. El torneo, organizado por la Conmebol, se aplazó el año pasado como la Europa y se fijó para este verano. El objetivo principal era solapar el calendario europeo con el americano, dando mayor facilidad a las grandes estrellas para organizarse entre clubes y selecciones. Para ello, se estableció una doble sede: Colombia y Argentina. Sin embargo, los disturbios generados contra Iván Duque hicieron caer a la primera. Días después, y con la responsabilidad de albergar todos los partidos, la situación sanitaria de la Covid-19 eliminó a la segunda.
Tras unas negociaciones exprés, se decidió que la Copa América se desarrollara en Brasil. País cuyos datos de la pandemia son pésimos y que tampoco está exento de polémicas. De hecho, jugadores del conjunto nacional brasileño han impulsado una especie de boicot para evitar que la Copa América se celebre. Sin embargo, en la organización brasileña se apostó por el evento y se fijaron diversas medidas que reforzarían la seguridad. Entre ellas, según se filtró en un primer momento, la de que todas las selecciones participantes acudieran vacunadas. Conmebol, cabe recordar, firmó un acuerdo para obtener suficientes dosis de Sinovac como para vacunar a los participantes en torneos como la Copa América.
Presentación de la Copa América 2020 con sede en Argentina y Colombia
Una medida que ya ha quedado apartada a un segundo plano, aunque se prevé que seis de las 10 participantes ya disputen los partidos con sus respectivos planteles vacunados. Pero, más allá de estimaciones, las declaraciones oficiales de los responsables brasileños dejan la vacunación como una recomendación. "No es una imposición la cuestión de la vacuna", pero "los que estén vacunados, mejor", ha reconocido el Ministro de Salud.
En resumen, las organizaciones deportivas han tomado decisiones muy diversas en lo que respecta a la vacuna. El COI ha sido el más claro, pidiendo públicamente una vacunación generalizada. La Conmebol, que en un primer momento también apostó por ello, ha ido restando importancia a esa medida de cara a la Copa América. Y la UEFA, por el contrario, ha evitado trasladar una pauta común.