La Copa América sigue adelante. El torneo organizado por la Conmebol, que buscaba celebrarse al mismo tiempo que la Eurocopa, podrá desarrollarse desde este mismo fin de semana tras la confirmación de la Corte Suprema de Brasil. El país albergará la cita después de que Colombia y Argentina perdieran su condición de anfitrionas por diferentes motivos, aunque se espera que las críticas por la situación sanitaria que se atraviesa no cesen durante su celebración.
La Corte Suprema, cabe recordar, recibió dos recursos de la oposición política a Jair Bolsonaro, presidente y principal defensor de que Brasil albergara la Copa América tras las dos modificaciones de la Conmebol. Este miércoles se anunció una sesión extraordinaria para valorar la convenencia o no de que el torneo se celebrase en suelo brasileño. Y, tras el debate, se ha confirmado que la organización sigue intacta.
Seis de los once miembros del tribunal se han posicionado favorablemente a la disputa de la Copa América en territorio brasileño. Por ello, el torneo se disputará como estaba previsto sin la opción de dar un paso atrás en plena competición. Los recursos presentados por un sindicato metalúrgico y el Partido Socialista Brasileño han sido rechazados.
La Copa América comenzará este mismo domingo 13 con un Brasil - Venezuela como encuentro inaugural. Los encuentros se disputarán entre Río de Janeiro, Brasilia, Cuiabá y Goiania. Y las selecciones participantes, que en un inicio estaban divididas en dos grupos diferenciados por la sede en la que jugarían -Colombia o Argentina-, serán Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay en el grupo A, frente a Brasil, Venezuela, Colombia, Perú y Ecuador, organizados en el grupo B.
Lo hará, además, con la oposición de los jugadores de la propia selección brasileña. En un comunicado compartido por todas sus estrellas en redes sociales, los representantes de la Canarinha reconocieron que jugarían por respeto a su país, pero conscientes de que el torneo no se debería realizar con la situación pandémica que se vive.
Críticas al torneo
La celebración de la Copa América ha estado en el aire hasta el último momento. Y no solo por la decisión que se esperaba de la Corte Suprema de Brasil, sino por los constantes cambios en la organización y el rechazo de gran parte de la población, incluidos los jugadores.
El torneo de la Conmebol se iba a realizar en un inicio entre Colombia y Argentina. Los malos datos sanitarios de Colombia generaron revueltas en las calles contra el presidente Duque y la organización decidió cancelar esta sede. Cuando Argentina iba a albergar todo el torneo, negoció un protocolo sanitario que a la Conmebol, según los dirgentes argentinos, era excesivo en cuanto a las restricciones. Ahí, fue Argentina la que se 'cayó' como sede.
Finalmente, Bolsonaro ofreció a Brasil pese a estar acumulando más de mil muertos al día por la pandemia. La Conmebol estudió las exigencias del país para celebrar el torneo y aceptó la propuesta. No habrá público y gran parte de las selecciones acudirán vacunadas, pero la Copa América más dudosa de la historia reciente se disputará en Brasil.
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