Finlandia se llevó la victoria en su debut en esta Eurocopa tras vencer a Dinamarca. El partido, pese a que comenzó muy movido a favor de los daneses, perdió todo el sentido tras el desvanecimiento de Eriksen. El centrocampista fue trasladado al hospital y el encuentro llegó a suspenderse. Por decisión de los jugadores, el duelo se reanudó y Finlandia lo aprovechó. [Narración y estadísticas: Dinamarca 0-1 Finlandia]
Nadie preveía lo que iba a ocurrir. Dinamarca dominab el juego y Finlandia apostaba por una estrategia defensiva clara. Los daneses, con Eriksen moviendo el juego y Bratihwaite intentando romper en velocidad, iban paulatinamente embotellando a los finlandeses. La dureza del rival, además, iba a mayores en cada entrada. Sin embargo, las ocasiones claras no llegaban y el 0-0 parecía difícil de mover.
Por unos instantes el encuentro recordaba al de Italia, que contra Turquía controló pero sufrió hasta marcar el primero. Pero todo cambió a cinco para el final de la primera mitad. Cuando mejor estaba Dinamarca, controlando la posesión y arrinconando a Finlandia, se produjo la peor imagen de la jornada. Eriksen, tras recibir en un saque de banda, caía inconsciente al terreno de juego.
El miedo se apoderó de todos, presentes en el campo, en la grada y en sus casas. Los servicios médicos saltaron al terreno de juego y comenzaron a realizar una RCP al jugador. Después de más de 10 minutos, Eriksen abandonaba el césped en camilla y escoltado por sus compañeros. Entre lágrimas y rezos de los jugadores, la UEFA comunicaba la suspensión del encuentro.
La decisión, pese a todo, no duraría demasiado. Nada más conocerse que Eriksen estaba estable, los jugadores transmitieron a la UEFA que querían jugar el encuentro. Y el duelo, completamente distorsionado por lo sucedido, se reanudaba a las 20:30.
Finlandia da la sorpresa
La organización decidió que se jugaran los cinco minutos restantes de la primera mitad y, tras un breve descanso, se continuara con la segunda parte. Y bien por la desconcentración de lo sucedido, o por simple reestructuración táctica, Dinamarca no volvió a ser la misma. Los finlandeses ralentizaron el juego y llevaron el partido a su terreno. Tanto que en el 59, en su primera llegada del partido, un centro se convirtió en el único gol del partido.
Finlandia la colgó por banda, Pohjanpalo remató como pudo y Schmeichel, en un balón fácil de atrapar, falló para el 0-1. Finlandia daba la sorpresa y se adelantaba. El duelo era muchísimo más complicado para una Dinamarca que, pese a tener mucha posesión, no había encontrado acciones claras de gol en ningún momento.
Todo pudo cambiar en el 73', cuando Poulsen cayó en el área tras recibir un toque de Arajuuri en el pie. El defensa finlandés apoyó su rodilla en el pie del atacante y el penalti, tras ser revisado, fue señalado. Sin embargo, ni con esas. El pésimo tiro de Hojbjerg mantuvo el 0-1 que, tras alguna intentona de Dinamarca, cerró el partido más extraño y complicado de jugar de lo que va de Eurocopa. Todos pensando en Eriksen y menos en el fútbol.