El gran día ha llegado. España arranca la Eurocopa 2020 este lunes ante Suecia, un rival cuya entidad puede resultar engañosa. La Selección dejará atrás un panorama complicado que presentaron los positivos por la Covid-19, algo que también ha tenido que vivir el combinado sueco. Con menos presión, pero con la misma ilusión, el colectivo que dirige Janne Andersson llega a este torneo con un papel lejos de los favoritos a priori. Eso no supone que no tengan buenos futbolistas.
A priori, es un grupo donde España debería de pasearse, pero este torneo está rodeado de demasiados condicionantes como para pensar en que será fácil. Ni Polonia, ni Eslovaquia, ni esta Suecia deberían de ser rivales que priven al combinado de Luis Enrique de estar en los octavos de final como primeros de grupo. Aún así, con jugadores del Manchester United, de la Juventus o de la Real Sociedad este conjunto va a tratar de poner las cosas muy difíciles.
Todo, desde un principio, se está viviendo con especial tensión por culpa del coronavirus. Sin ir más lejos, la Selección ha sufrido un caso positivo y un falso positivo que han enturbiado la preparación. Diego Llorente, finalmente, podrá estar desde el primer partido de la fase de grupos; Sergio Busquets no, pero Luis Enrique ha dejado claro que le va a esperar. El centrocampista será una baja fundamental ya que apuntaba a titular.
Los suecos tampoco se libraron de esta situación tan particular y también han tenido problemas con la Covid-19. Primero fue Dejan Kulusevski, que incluso ha sufrido los síntomas del virus. Un par de horas después llegó el positivo de Mattias Svanberg. Todo se ha achacado a que los jugadores tuvieron unos días libres y ahí no cumplieron con las medidas de prevención. En el caso del primero, la realidad es que Andersson pierde a un jugador clave.
Rival conocido
Las coincidencias han vuelto a encuadrar a estos dos equipos en el mismo grupo de la Eurocopa cuando ya se enfrentaron en la fase de clasificación. En el primer partido, España era una balsa de aceite donde Robert Moreno triunfaba, Sergio Ramos marcaba y el Real Madrid tenía cuatro jugadores en el once inicial. En el Santiago Bernabéu, la Selección se paseó con un 3-0 con goles del capitán, Álvaro Morata y Mikel Oyarzabal.
El segundo en tierras suecas no fue tan fácil ya que se adelantaron con un gol de Marcus Berg y Rodrigo Moreno tuvo que sacar las castañas del fuego en el descuento. Ese punto fue el que dio la clasificación para este torneo a España, motivo que no sirvió para que el seleccionador de ese momento no mantuviera su puesto. Luis Enrique regresaría un mes después, en cuanto acabó esta fase, no sin una agria polémica en torno a esta decisión.
La huella de Ibra
Esta selección ha estado completamente marcada por lo que podía o no hacer Zlatan Ibrahimovic prácticamente durante todo el siglo XXI. 62 goles le convierten en el máximo goleador de la historia del país. Sin duda, será el hombre más relevante que ha dado el fútbol a Suecia tanto por lo mediático fuera del campo, como por su inmensa calidad. De hecho, a pesar de sus 39 años, ha estado a punto de jugar la que sería su quinta Eurocopa.
El delantero se había retirado y pretendía volver para este torneo, pero, finalmente, una lesión le apartó de este camino. Ibrahimovic, convertido ya en un mito de su país y casi del fútbol europeo, es una de las bajas más sensibles de la Eurocopa. El delantero del Milan iba a ser la gran referencia de la selección sueca, no solo por historial y trayectoria, sino por la gran temporada que ha cuajado el delantero. El ariete comenzó a un ritmo de vértigo el curso con cifras goleadoras muy altas, peleando incluso el trofeo de pichichi de la Serie A con jugadores como Cristiano Ronaldo o Lukaku.
La generación del 92
Pero antes de que llegase Ibrahimovic llegaron las actuaciones más memorables del país en torneos oficiales. A pesar de que los mejores éxitos en competiciones oficiales en la historia de Suecia son en los años 50, la generación que más marcó al país fue la de 1992. Ese torneo siempre será recordado por la actuación de Dinamarca después de ser invitada a última hora, pero los suecos estuvieron a punto de dar la machada jugando en casa.
El país organizó una Eurocopa a la que llegarían a las semifinales con algunos jugadores que pasarían rápido al olvido. Thomas Ravelli, los Nilsson, Anders Limpar, Tomas Brolin, Martin Dahlin y, sobre todo, Jan Eriksson, harían soñar a todo el país. El delantero, entrenado por Tommy Svensson, sucumbiría ante la Alemania que, a posteriori, protagonizaría esa final histórica frente a Dinamarca. Esa generación continuó su gran nivel en el Mundial de Estados Unidos donde fueron terceros.
La nueva hornada
Esa mala experiencia de caer en saco roto no la quieren vivir los Aleksander Isak o Dejan Kulusevski. Aunque el segundo no va a poder comenzar el torneo, el primero quiere convertirse en el nuevo ídolo de su país siguiendo el ejemplo de Ibrahimovic. El delantero de la Real Sociedad lleva dos temporadas a un gran nivel en España y suena para dar el salto a un grande europeo. Esta Eurocopa será un escaparate importante para hacerlo.
También vienen apretando fuerte el hijo de Henrik Larsson, Jordan, Emil Forsberg y Victor Lindelof. El jugador del Manchester United se ha establecido en la zaga titular del equipo del norte de Inglaterra, mientras que el del RB Leipzig acapara los focos en su club. Con las cartas ya encima de la mesa, los suecos quieren competir a cara de perro contra España para demostrar que pueden ser uno de los 'underdogs' de esta edición de la Eurocopa.
[Más información: Horario internacional y dónde ver el España - Suecia de la Eurocopa 2020]