La Eurocopa 2020 iba a ser diferente por muchas cosas. Las numerosas sedes distribuidas por todo el continente o el protocolo contra la Covid-19 eran algunos de los cambios destacados. Sin embargo, también se ha ido generando la duda de qué selecciones acabarían arrodillándose antes de cada partido como forma de respaldo al movimiento Black Lives Matter, que se hizo popular en Estados Unidos y que se basa en la lucha contra el racismo. Basta con no hacer el gesto para que salten las dudas. Y ese es el caso de Francia.
La selección de Deschamps se enfrentó en su debut en la Eurocopa a Alemania. Y venció reafirmándose como una de las grandes favoritas para llevarse el torneo. Pese a todo, lo hizo sin hincar rodilla al inicio del partido. Tal fue la relevancia de esa falta de gesto que las preguntas a los jugadores del conjunto nacional se sucedieron tras el partido. Varane, peso pesado del vestuario, aclaró que fue una "decisión tomada por el conjunto de los jugadores". Pese a ser una causa que apoyan, optaron por no tocar el césped con la rodilla.
"Francia representa a 26 jugadores con orígenes diferentes, colores de piel diferentes, categorías sociales diferentes, todos unidos a por los mismos objetivos. Nuestra manera de luchar contra las discriminaciones es mostrar que juntos con nuestras diferencias podemos unir a millones de franceses", recalcó el central del Real Madrid. Una explicación que desde Francia, medios como L'Equipe, desmienten.
Según el periódico galo, referencia de la información deportiva del país, la selección francesa se negó a realizar este gesto por la falta de unidad en toda la Eurocopa. Francia quería que hubiera alguna indicación común tanto con la UEFA como con el resto de selecciones. Algo que no se ha producido, pues cada combinado nacional toma una postura diferente. Y de ahí que, según esta información, se intentó no dar "la impresión de ceder a la polémica". Francia pidió la unidad de todos los implicados y no alcanzó ningúna acuerdo generalizado.
Está por ver si, a raiz de las críticas recibidas, cambian de opinión en la siguiente jornada o no. La defensa de la igualdad, en boca de jugadores como Varane, está clara. Sin embargo, la falta de ese gesto puede condenarles a los ataques.
España también se niega
Otra de las selecciones que no siguió esa especie de ritual contra el racismo fue la española. El equipo de Luis Enrique debutó contra Suecia con un empate que supo a poco. Pero, como sucedió con Francia, una de las grandes incógnitas era si se comenzaría el encuentro con su plantilla hincando la rodilla en el césped de La Cartuja. En su caso no se produjo.
También Escocia, en su caso con mayor claridad, evitó hacer ese gesto. La razón que dieron desde el conjunto escocés es que el gesto ya había perdido cierto significado. "La relevancia del primer gesto ya se ha perdido", reconoció el seleccionador Steve Clarke.
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