El FC Barcelona está entrando en una situación límite con el asunto Leo Messi. Ya es 1 de julio, el contrato del futbolista ya ha terminado y es oficialmente agente libre. Aunque sea por unas horas, el jugador ya no es propiedad del club azulgrana y ahora se abre un nuevo camino en las negociaciones.
El club sigue con la esperanza de poder afrontar la operación como una renovación agarrándose a un resquicio del reglamento de LaLiga para este tipo de situaciones que podría dar un periodo de tiempo indefinido como parte de una negociación que viene de un jugador que tenía contrato. De esta forma, no sería un nuevo fichaje, algo que imposibilitaría el fichaje de todas todas.
Sin embargo, aun consiguiendo encuadrar la operación de este particular marco, la renovación de Messi está cada vez más difícil por temas de fair play financiero. El Barça necesita vender, no solo para tener ingresos y reducir plusvalías de jugadores con los que no cuenta, sino también para ahorrarse salarios y reducir su masa salarial que en estos momentos supera el 100% de lo permitido.
Un auténtico caos que se suma a las dificultades de encontrar un contrato que se ajuste a las peticiones de Messi y que sea asumible para la entidad azulgrana. Ya se ha hablado mucho sobre el posible acuerdo al que podían llegar tanto el jugador como el club, pero habrá que ver cómo se cierra finalmente.
Lo que parece pactado, en caso de que la renovación finalmente avance, es que Messi permanezca dos años en el FC Barcelona como jugador para después marcharse. La idea de Leo se acerca mucho a jugar en la MLS después de su vinculación con el Barcelona e incluso la de hacer de embajador del club para seguir prorrogando su salario otros tres años más, aunque se ha llegado a hablar de un contrato de hasta 10 años.
Aún así, en el club azulgrana saben que cualquiera de las dos fórmulas se antoja complicada por las particularidades legales del contrario y por la dificultad de encajar un salario que superaría los 50 millones brutos por temporada para el club, aunque ese pago se reparta en muchos más años.
Laporta se sincera
La prueba de que nada está cerrado todavía, además de que Messi desde este jueves ya sea libre oficialmente, son las palabras de Joan Laporta, quien estuvo en la despedida de José Ramón de la Morena en El Transistor de Onda Cero hablando sobre el argentino: "Yo sé que Leo se quiere quedar. Vamos bien y estamos haciendo todos los esfuerzos que podemos para que se quede".
"Hay que encajarlo en el fair play financiero. Hay muchas versiones y estamos contemplando todas. Me gustaría decirle a usted en este momento que Leo se queda, pero en estos momentos no puedo porque estamos en el proceso de encontrar la mejor solución. Va bien encaminado. Es tema fair play, básicamente".
Por si esto fuera poco, Laporta fue más allá en su confesión y aportó un frío dato que define a la perfección la situación financiera real del Barça y lo difícil que es encajar una negociación de estas magnitudes: "Si el Barça se ahorra 10 millones de euros de una ficha, solo podrá gastar 2,5 millones en una nueva".
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