La Selección se juega el pase a la gran final de la Eurocopa ante Italia. España jugará de blanco el encuentro de este martes, como ha hecho en cuatro de los cinco partidos que ha jugado en el torneo. Este color está siendo el de la suerte por el momento ya que, después de que se pinchara en los dos primeros partidos, el combinado de Luis Enrique mejoró su imagen y también empezaron a llegar las victorias que les han valido para plantarse en semifinales.
Eso sí, no siempre fue así. De hecho, algunos de los peores recuerdos se han producido con esta camiseta y con Italia enfrente. Aunque sí que pudimos jugar la final de la Eurocopa de 2012 de rojo y ellos de azul, la organización ha decidido que lo hagan unos de blanco enteros y, los otros, con su habitual equipación cambiando el pantalón también por el color 'azzurro'. De esta manera, España tendrá la oportunidad de vengarse de esas dos malas experiencias que hay en la memoria de los aficionados del fútbol.
La más reciente se produjo en 2016. El conjunto español venía de pegársela en el Mundial de Brasil 2014 quedando eliminada en la fase de grupos y la Eurocopa de Francia no dejó un sabor de boca mucho más positivo. Tras ser segundos de grupo, Italia se aprovechó de un equipo débil y en caída libre para vencer por 2-0 y cobrarse su particular venganza. Ese día, la última España de Vicente del Bosque vistió de blanco.
Pero más dolorosa fue la experiencia de 1994. Fue en los cuartos de final de la Copa del Mundo de Estados Unidos, un 9 de julio, en el Foxboro Stadium de Boston, en un disputado y tenso partido contra el conjunto transalpino. Con 2-1 en el marcador a favor de los italianos y en el descuento, se produjo una jugada que terminó marcando la vida del seleccionador para siempre. Ataque de la Selección por banda derecha, centro colgado al área y Luis Enrique intentó buscar el esférico en el segundo palo. Sin embargo, en ese momento apareció Tassotti para propinarle un codazo terrible que dejó completamente destrozada la nariz del asturiano. El árbitro no pitó nada.
Sandor Puhl, colegiado del encuentro, decidió no pitar penalti en la acción terminando con las esperanzas de un país que soñaba con la épica. España también iba de blanco, aunque la camiseta de Luis Enrique se manchó de rojo por la sangre que brotaba de su nariz. Otro motivo para la 'vendetta'.
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