La selección italiana regresó a una final de la Eurocopa tras ganar a España en la tanda de penaltis. Los de Mancini se adelantaron con un tanto de Chiesa y sufrieron en la prórroga para acabar dando el golpe en la lotería de la pena máxima. Un triunfo inolvidable que hizo que los aficionados celebraran en las calles de Roma, aunque sin ningún tipo de control por los todavía numerosos casos de la Covid-19.
Las imágenes compartidas por la UEFA así lo reflejan. Los hinchas italianos, que siguieron el partido de semifinales desde una zona habilitada con pantallas gigantes, dejaron a un lado las mascarillas y olvidaron la distancia de seguridad para festejar entre ellos el pase a la final de la Eurocopa. Abrazos y gritos entre grupos de hinchas que no pudieron resistir la tensión de la tanda de penaltis.
Unas escenas que chocan con la precaución que ha tenido la propia organización italiana hace apenas unos días, cuando redujeron el aforo del Estadio Olímpico de Roma para cumplir con estrictas medidas de seguridad sanitaria. El recinto italiano, que ha sido una de las sedes de esta Eurocopa, llegó a recibir menos de 12.000 espectadores en los cuartos de final entre Inglaterra y Ucrania.
Una forma de apoyar a la selección que en España ha sido algo diferente. Frente a otras ediciones del torneo, las pantallas gigantes y las concentraciones en grandes plazas se han reducido notablemente hasta pasar a ver los partidos de la Eurocopa o en domicilios o en los propios bares. La derrota en semifinales ha impedido organizar cualquier posible celebración en caso de recuperar el trono continental.
La afición de Italia celebra el triunfo ante España
Adiós a la Eurocopa
España puso punto y final a su participación en una Eurocopa que ha estado marcada por las dudas. La Selección no comenzó con buen pie y empató los dos primeros encuentros de la fase de grupos ante selecciones menores como Suecia y Polonia. Los triunfos en el tiempo reglamentario han sido escasos y los de Luis Enrique no han terminado de acallar las críticas. Sin embargo, el hecho de haber llegado a semifinales con tres prórrogas y dos tandas de penaltis, dejan un sabor de boca algo bueno de cara al futuro de la Selección.
"Hay que saber ganar y saber perder. En los cuartos estábamos muy contentos ganando en los penaltis y ahora tampoco hay que hundirse. El rival también ha hecho cosas buenas. Llevamos sembrando mucho tiempo, os dije que éramos una de las 8 favoritas. Nos vamos a casa con la tranquilidad de haber competido y haber estado entre los mejores", reconoció Luis Enrique tras el partido.
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