Sergio Ramos ya viste de azul, blanco y rojo, los colores del PSG, en un movimiento que a día 1 de enero nadie podía haber predecido. El año en el que todo apuntaba a que el capitán del Real Madrid batiría récords con el club de sus amores y que, después, firmaría su vinculación para seguir ampliando su legado ha sufrido cambios vertiginosos. El de Camas ha acabado en París, chapurreando francés y entrando en el vestuario que lidera Neymar.
El equipo parisino sigue llenado de estrellas la plantilla mientras el debate se centra sobre Kylian Mbappé, al que no han conseguido convencer para renovar. No está claro que Sergio Ramos vaya a coincidir con él cuando el delantero regrese de sus vacaciones. Ha comunicado al PSG su decisión sobre la renovación y los focos apuntan precisamente a Madrid. La puerta que se ha abierto para la salida del central se podría abrir para recibir al francés.
Un cambio de vida para Ramos a sus 34 años dejando en Madrid a sus cuatro hijos, su mujer y una mansión recién construida. Este jueves le han acompañado en su presentación, pero, a priori, la familia seguirá viviendo en la capital. Tanto el jugador como su círculo más cercano vivirá a caballo de las dos ciudades. Una situación nueva tras 16 años en la entidad blanca que también tendrá que gestionar todo lo que supone esta separación.
El contrato que el Real Madrid le ofrecía, pero con la duración que él quería, le ha convencido para coger el puente aéreo en busca de ampliar su gran palmarés y también tratar de volver a tender puentes que había dañado. Este último año, sobre todo, tendrá que recomponerse físicamente después de poder contar con los dedos de una mano los partidos en los que ha jugado en 2021. Esta duda la tendrá que resolver para no perder la aparente titularidad en el PSG.
Frío lejos de Madrid
Que en París hace frío, sobre todo en invierno, es una realidad; pero el dicho de que lejos del Real Madrid hace mucho frío también se ha cumplido en las últimas salidas de la entidad. No es fácil abandonar la estructura blanca, donde la afición tenía encumbrado a Sergio después de todo lo que le había dado a la entidad en su trayectoria. Como muchos dicen, no ha sido un capitán, es el capitán. Ahora puede vivir algo que le ha pasado a otros jugadores.
El ejemplo más claro es el de Cristiano Ronaldo y la Juventus, con el equipo que sólo ha sumado dos Serie A, una Copa de Italia y dos Supercopa del país. Después de venir de conseguir tres Champions seguidas, el portugués ha dado un claro paso atrás por no volver a competir por el Balón de Oro. Una situación que también ha vivido el Real Madrid al sufrir en la máxima competición dos eliminaciones en octavos y sumar un Mundial de Clubes, una Supercopa de España y una Liga en este tiempo.
Los divorcios no suelen ser satisfactorios para las dos partes cuando se separan los caminos de los grandes jugadores del Real Madrid, aunque el mismo Ramos ha asegurado que su intención es volver en algún momento a la que siempre será su casa. Habrá que ver si es para un 'último baile' como jugador o ya para formar parte del club dentro de un cuerpo técnico o de la dirección. Es historia de la entidad y quiere ampliar ese legado.
La Selección
Pero otra gran fractura que ha vivido en esta última temporada es la de España después de quedarse fuera de la Eurocopa en la que el país nacional ha llegado a las semifinales. Esos problemas físicos fueron la principal razón para que se rompiera la promesa que se hicieron entre el seleccionador y el jugador de ir de la mano durante la etapa del asturiano. Con el objetivo de convertirse en el jugador con más internacionalidades, Ramos quiere volver.
La reconciliación con Luis Enrique, públicamente, parece posible ya que las dos partes han mostrado su predisposición a volver a reencontrarse. El seleccionador ha explicado que está dispuesto a contar en el futuro con Sergio Ramos, igual que el jugador ha explicado que su intención es volver a vestir la camiseta de 'La Roja'. Recuperar la capitanía y seguir subiendo ese número de veces que ha defendido al país.
El Mundial 2022 está marcado en rojo para el de Camas, por eso, y por otras razones, quería un contrato de dos temporadas y está centrado en recuperar su mejor nivel para que no haya excusas deportivas. Esta etapa de dos años, como mínimo, en el PSG será una prueba de fuego para ver si ya se ha visto lo mejor de Sergio Ramos en su carrera o todavía tiene mucho que decir. Por su carácter no será, ya que el central es, con diferencia, uno de los futbolistas con más personalidad en la faz de la Tierra.
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