La UEFA ha confirmado la sanción a Hungría por los altercados producidos durante la disputa de la Eurocopa. El Puskas Arena era uno de los campos designados como sede para el torneo y en él se celebraron dos de los tres partidos de la selección húngara en la fase de grupos. Durante hasta tres encuentros, los aficionados locales profirieron insultos racistas y homófobos contra los rivales. Por ello, la federación deberá pagar una multa y jugar los próximos dos partidos a puerta cerrada.
Los hechos, según ha detallado la UEFA, se produjeron en el Hungría - Portugal, Hungría - Francia y Alemania - Hungría. La organización, eso sí, no habla concretamente de "homofobia" ni de "racismo", sino simplemente de "discriminación".
Sin embargo, los encuentros señalados coinciden con las denuncias realizadas después de su disputa. En el duelo ante Portugal, por ejemplo, los aficionados se dirigieron a Cristiano Ronaldo en términos homófobos. Y ante Francia, según transcurrió entre la prensa presente, se realizaron insultos racistas a Karim Benzema entre otros.
La investigación que abrió la UEFA ya ha tenido resolución por parte Comité de Control Ético y Disciplinario y no es otro que el de cerrar el estadio húngaro, sea cual sea en el que vaya a jugar la selección, durante dos partidos. Además, se guardará la posibilidad de un tercero si se reincide en un periodo de dos años. A ello se tendrá que sumar una sanción de 100.000 euros que deberá abonar la federación.
"Ordenar a la Federación Húngara de Fútbol que juegue sus próximos tres (3) partidos de competición de la UEFA como asociación anfitriona a puerta cerrada, el tercero de ellos suspendido por un periodo de prueba de dos (2) años a partir de la fecha de la decisión, por el comportamiento discriminatorio de sus seguidores. La Federación Húngara de Fútbol también ha sido multada con 100.000 euros", ha confirmado en un comunicado la UEFA.
Hungría también tendrá que "exhibir una pancarta" en la que se pueda leer "equal game" con el logotipo de la UEFA y que estará presente en los partidos anteriormente mencionados donde la selección húngara juegue como anfitriona.
Críticas a la UEFA
Pese a esta sanción de la organización, las críticas a la UEFA no han cesado desde que comenzó la Eurocopa. Y es que durante estas semanas, que pondrán el broche final con el duelo entre Inglaterra e Italia en Wembley, el organismo ha tenido que lidiar con diferentes frentes. Entre ellos el del conflicto de Hungría con gran parte de los países de la Unión Europea por su actitud con el colectivo LGTBI, prohibiendo la "promoción de la homosexualidad". Múnich, en respuesta a esa iniciativa, pidió iluminar su estadio con la bandera arcoíris en el duelo ante Hungría, pero la UEFA se negó.
Además, patrocinadores de gran calado denunciaron públicamente que la UEFA les negó la posibilidad de envolver el logo de cada marca en los colores arcoíris para que aparecieran, como muestra de su apoyo al colectivo LGTBI, en estadios de Rusia y Azerbaiyán que albergaron eliminatorias de la Eurocopa.