Quedan menos de 24 horas para que se conozca el nombre del nuevo campeón de Europa. Fue en 2016 cuando la Portugal de Cristiano Ronaldo se coronó como rey del Viejo Continente ante Francia. Ahora es el turno de que Italia e Inglaterra se citen con la historia.
En un mítico escenario como el de Wembley, la final de la Eurocopa tendrá lugar este domingo 11 de julio. Una Euro diferente a las de otras ediciones, celebrada en distintas sedes y que ha dejado un sinfín de imágenes. Desde el susto que dio Eriksen en el debut de Dinamarca ante Finlandia a la eliminación de una Francia favorita a manos de Suiza en los penaltis, con el fallo desde el punto de los once metros de Mbappé.
De la fase de grupos a los octavos, cuartos, semifinales... y al fin la gran final. Solo una puede ganar y esa será bien la Italia de Leonardo Bonucci o bien la Inglaterra de Raheem Sterling. Dos jugadores especiales y que se espera que mantengan un bonito duelo de defensa - delantero. Y todo ello, con el recuerdo de la polémica que protagonizaron hace unos años.
Bonucci, el alma de Italia
Leonardo Bonucci o cómo ser uno de los centrales más respetados de toda Europa. Junto a Giorgio Chiellini ha formado la pareja de defensas más aplaudida del campeonato y, en parte, tienen mucha 'culpa' de que la Azzurra haya llegado hasta la final de la Euro 2020.
Aunque todo podría haber sido muy diferente de haber tomado la decisión de colgar las botas en 2016. Aquel año maldito para un Bonucci que conoció que su hijo Matteo sufría una enfermedad crónica a sus 2 años. El pequeño tuvo que pasar por quirófano en dos ocasiones y el central de la Juventus de Turín no dudó en dejar su carrera de lado para estar a su lado.
La Vecchia Signora entendió la complicada situación y el futbolista se perdió varios partidos. ¿El desenlace? El mejor posible. Su hijo evolucionó favorablemente y la pesadilla acabó. Una experiencia que, tal y como dijo el propio defensa, le hizo aprender y ser más fuerte: "Lo que ha sucedido me ha hecho más fuerte. Quiero dar las gracias a mi hijo y a mi esposa porque hemos afrontado una época dura y seguimos luchando juntos contra ella".
El sueño de Sterling
En la otra cara de la moneda se encuentra un Raheem Sterling que ha pasado de ser The Hated One (el 'Odiado', como así mismo se autodenominó) a ser uno de los futbolistas que más pasiones desata en Inglaterra. En parte gracias a él, los Three Lions están en la final de la Eurocopa y eso es un sueño que tiene desde niño.
Antes del Mundial de 2018 explicó el motivo por el que se tatuó a un niño con el '10' a la espalda a las afueras de Wembley: "De chico solía pasear cerca de Wembley, a veces pasaba en bicicleta. Miraba con la esperanza de algún día usar ese número diez en ese estadio, en mi ciudad, y soñando con ser el rey de Wembley".
Un niño que soñó con ser el rey de Wembley y que puede vivirlo este domingo. Pero también un niño que sufrió desde muy tierna edad tras el asesinato de su padre en su Jamaica natal. "Aquello moldeó mi día", aseguró el jugador del Manchester City en una carta abierta escrita hace tres años.
Polémica racista
Bonucci y Sterling. El italiano será protagonista en Wembley, como así lo fue después de donar 120.000 euros al hospital de Turín en el que trataron a su hijo Matteo. O también cuando tiró de valentía para arruinar un atraco al quitarle el arma al ladrón en un concesionario de Ferrari.
Sterling y Bonucci. El inglés también está llamado a ser uno de los actores principales de la contienda y es que Raheem está acostumbrado a tener sobre él todos los focos. De hecho, fue nombrado como Miembro del Imperio Británico por la Reina Isabel II al ser un activo luchador contra el racismo.
Precisamente, la polémica unió a ambos hace unos años. Y no cualquier tipo de polémica, sino que todo llegó por unas declaraciones de Bonucci que fueron calificadas como racistas y antes las cuales Sterling no dudó en mostrar su opinión de manera pública.
En 2019, la imagen de Leonardo Bonucci estuvo salpicada por unas declaraciones que levantaron muchas ampollas por racismo. Moise Kean vivió un terrible capítulo racista en Cagliari, encarándose con los aficionados rivales en respuesta a sus gritos del todo intolerables dentro de un campo de fútbol.
Sin embargo, Bonucci no condenó los cánticos, sino que repartió las culpas entre los ultras y el propio Kean: "Hubo un 'buuu' racista después de la celebración. La culpa está repartida al 50 por ciento. Kean estaba equivocado y la curva estaba equivocada". Estas palabras fueron muy criticadas. El italiano no se expresó bien, intentando hacer ver que no hay que entrar en provocaciones, pero sus declaraciones literales, está claro, que no fueron para nada afortunadas.
Sterling, como otros compañeros de profesión, utilizó sus redes sociales para criticar lo dicho por Bonucci: "¿50 por ciento? Todo lo que puedes hacer es reír". Finalmente, el italiano volvió a tomar la palabra para explicarse y acabar así con la polémica racista: "Hablé al final del partido y me expresé de una manera obviamente demasiado apresurada, que fue malinterpretada sobre un tema por el cual hemos estado luchando durante años. Condeno todas las formas de racismo y discriminación".
"Ciertas actitudes son siempre injustificables y no puede haber malentendidos sobre esto", agregó entonces un Leonardo Bonucci que acabó así con cualquier especulación sobre su postura contra el racismo. Ahora él y Raheem Sterling se ven las caras en el campo, con ese malentendido en el pasado y con todas las ganas por ser el nuevo rey de Europa.
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