El Barcelona doblegó al Girona en el segundo choque de la pretemporada (3-1), en una tarde con tres penaltis transformados, uno de ellos por Memphis Depay, que logró ver puerta en un debut en el que dejó buenas sensaciones.
Además de la puesta de largo del holandés, el partido propició los primeros minutos de la temporada para Lenglet, De Jong y Griezmann, que, rodeados de jóvenes, sometieron al Girona apretar el acelerado.
La primera ocasión del partido la tuvo el Barcelona en el minuto 2, con un disparo por encima del larguero de Dest para aliviar el lento inicio del encuentro.
Sin embargo, la primera opción clarísima de gol la tuvo el uruguayo Stuani en el minuto 12, negado en primera instancia por Iñaki Peña, titular este sábado, y por Balde en la segunda tentativa.
El susto avivó al Barcelona y el dominio de los de Koeman se tradujo pronto en gol: el mismo Balde forzó un penalti sobre la línea del área que transformó Piqué con suspense, pues Juan Carlos llegó a tocar el balón con la palma de su mano.
Sin tiempo para reaccionar, el cuadro de Koeman puso el 2-0 por medio del albanés Rey Manaj a los 24 minutos, que culminó una gran jugada colectiva a centro raso de Mortimer para prolongar la racha goleadora que le acompaña en la pretemporada.
Los últimos compases del primer tiempo estuvieron marcados por los cambios, primero de Stuani en el 32 y luego de Manaj, aquejado de un golpe en la cabeza, quien fue sustituido por el debutante Depay.
Justo antes del descanso, en el minuto 42, Samu Saiz puso el 2-1 también desde los once metros y gracias a una mano en el área de Mortimer.
Koeman no movió el banquillo tras el paso por vestuarios, más allá de la entrada de Arnau Comas en el lugar de Umtiti, pero a la hora de partido cambió a todo el equipo menos a Iñaki Peña, Memphis Depay y Comas.
Esa media hora fueron los primeros minutos de la temporada para Lenglet, De Jong y Griezmann, que, rodeados de jóvenes, sometieron al Girona sin subir muchas marchas.
Las mejores ocasiones vinieron de los pies de Pjanic, que se encontró con el larguero en el 62 tras un gran disparo de falta y de Griezmann, incapaz en el minuto 69 de embocar un gran pase en profundidad de Collado.
En el minuto 85, cuando parecía que el partido moriría con el 2-1, Griezmann provocó el tercer penalti de la tarde y le cedió el lanzamiento a un hiperactivo Depay para que se estrenara con el Barcelona. El neerlandés no falló y puso el broche al partido con un trallazo a la escuadra.