Este viernes, Joan Laporta se ha visto con un rostro completamente distinto al que mostró el día en el que volvía al palco del Camp Nou en esa rueda de prensa en la que tomó el cargo del club. Allí estaba Leo Messi. Ambos se fundieron en un abrazo. El 'feeling' entre ambos era evidente. Uno era el hombre que luchó para que el argentino saliera adelante y el otro ha convertido al Barça en una entidad completamente diferente en este siglo. Pero esa relación ha encontrado su punto, queda ver si será final o aparte.
La melancolía ha invadido a todos los aficionados del FC Barcelona después de que este jueves el club hiciera un comunicado oficial en el que se explicaba que Messi no iba a volver este mes de agosto a vestir la camiseta azulgrana. El próximo 14 de agosto, cuando comience la competición, Leo no será uno más en La Liga. Después de 18 años, el fútbol español no contará con uno de los mejores jugadores de la historia, si no el más destacado de siempre.
Laporta, Messi, la dirección deportiva, la técnica y la afición coincidían en que todos querían seguir, pero también que cada uno iba a guardar sus intereses. El primero no iba a poner al club por encima de un jugador, el segundo sí que accedió a rebajarse su salario, pero no lo suficiente, el tercero miraba por la situación económica del club, el cuarto porque no querían perder a su mejor jugador y, por último, unos seguidores que consideraban a este jugador su Dios y que se negaban a pensar que este era el final.
Y lo fue. Laporta ha señalado a una situación heredada por lo que hizo Josep María Bartomeu peor de lo que se había previsto y a unas condiciones de LaLiga que eran imposibles de adecuar: "Hemos recibido una herencia nefasta y no tenemos margen. Lo sabíamos desde que llegamos... Pero entonces los números que nos presentan no son los que vemos después...". Ha sido una decisión valiente, pero también es una decepción para una afición que le votó porque era el único capaz de converncer a Leo.
"Un asado"
El presidente del Barça aseguró en una entrevista en La Vanguardia que "el contrato de Leo" lo arreglaba "en un asado". En ese momento que se recordaba al comienzo del artículo, Laporta se dirigió directamente a Messi: "Leo, si tuviéramos el campo lleno, seguro que no te podrías ir". Los aficionados que empiecen a acudir esta temporada de nuevo al Camp Nou no volverán a ver al argentino.
Pero, antes de eso, Laporta dejó uno de los momentos que muchos madridistas están recordando ahora. En el reportaje que emitió TV3 que se llamó 'Més que un president', la cadena puso a los tres candidatos a la presidencia frente a un Messi ficticio al que tenían que mandar un mensaje. Jan fue el más efusivo de todos, abrazando y besando al maniquí tras hablar con él: "Hola Leo, ¿cómo estás? Te haré una propuesta que no podrás rechazar, suerte", le dijo en castellano ya que así sería como se comunicaría con el ahora ex '10' azulgrana.
El mensaje que ha mantenido hasta este jueves era el de "estamos haciendo todo lo posible para que siga". Utilizaba símiles como los del colegio, con sus "progresa adecuadamente". Se llegó a atrever a decir que iban a hacer "todo lo posible para que pueda estar antes del Gamper". La fecha era esa. La cita en la que se rompió la vinculación era para todo lo contrario, firmar. Muchos aficionados se sienten estafados, aunque la mayoría pone el foco en culpabilizar a Tebas o, incluso, a Florentino Pérez. La realidad es que España y, sobre todo, el Barça, no podrá volver a contar con Leo Messi. "Las negociaciones se han caído", confirmaba Laporta este viernes.
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