Lamentable lo ocurrido este domingo en Francia durante el partido entre Niza y Olympique de Marsella. El regreso del público en la Ligue-1 se vio emborronado por la actitud de los ultras del equipo local. Un grupo de ellos saltaron al campo a agredir a Dimitri Payet y otros jugadores marselleses y obligaron a que el partido se suspendiera.
Los aficionados, en el minuto 74, invadieron el terreno de juego y se dirigieron hacia los jugadores visitantes. La situación provocó una trifulca generalizada y los futbolistas salieron del terreno de juego.
La situación se generó cuando Dimitri Payet iba a lanzar un saque de esquina y devolvió una botella lanzada antes desde el fondo norte, donde están situados los seguidores radicales del cuadro nicense. Numerosos aficionados de la zona rebasaron el control de seguridad e irrumpieron en el césped.
Varios heridos
RMC Sport informó que tres jugadores del Olympique de Marsella sufrieron lesiones durante los altercandos, siendo el más perjudicado Luan Peres con una fuerte lesión en el cuello. Amazon Prime Video informó que a Payet le hicieron sangre en la espalda y que otros jugadores tenían marcas de estrangulamiento en el cuello.
Entre las trifulcas, el que perdió los papeles fue Jorge Sampaoli, entrenador del Marsella, que tuvo que ser retirado al túnel de vestuarios para evitar mayores incidentes en pleno terreno de juego y mientras las cámaras de la retransmisión filmaban las bochornosas imágenes.
El árbitro, Benoit Bastien, suspendió provisionalmente el partido, que transcurría con ventaja del Niza (1-0) tras un gol anotado en el minuto 49 por el danés Kasper Dolberg. El español Pablo Longoria, presidente del Marsella, habló cuando la situación se calmó un poco y aseguró que sus jugadores no iban a volver a saltar al terreno de juego por lo que había ocurrido.
Partido caliente
El Niza-Marsella era un partido clave en la batalla por la segunda posición de la Ligue-1 y es que ambos son dos equipos que se postulan a presionar al PSG y a aspirar a dar la campanada como la dio el Lille el curso pasado.
El Niza, sin ir más lejos, venía de golear 0-4 al campeón actual. Los ánimos estaban caldeados y el partido se fue calentado cada vez más hasta que todo estalló y se formó una de las escenas más bochornosas que se recuerdan en los últimos años en el fútbol francés.
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