El hombre del último día del mercado de fichajes fue Antoine Griezmann. El francés cambió el FC Barcelona, al que llegó hace dos temporadas, por el Atlético de Madrid bordeando la hora límite para que los clubes llegaran a un acuerdo. El delantero regresaba a la entidad colchonera, en la que mejor rendimiento ha tenido durante su carrera, en forma de cesión. No era la fórmula más adecuada y la sensación de regalo por parte de los culés impera entre los aficionados.
La necesidad que tiene el Barça de quitarse grandes contratos precipitó este encuentro. Todo comenzó con el conjunto culé pidiendo la cesión de Joao Félix. Ante la negativa, probaron con el trueque entre los dos jugadores. El Atlético no quiere desprenderse del portugués, así que, ante el interés de Simeone porque Griezmann volviera, los culés propusieron que se lo compraran por una cifra entre los 50 y los 60 millones de euros. Los rojiblancos no podían afrontar la operación.
Entonces surgió la opción de la cesión con una opción de compra. A priori parecía obligatoria, aunque, según han ido pasando las horas, se ha aclarado que es opcional, pero muy plausible. Los culés acordaron con los rojiblancos que pase dos temporadas en Madrid. La operación recalca que son una más una, es decir, que al final de la actual se podría revocar el acuerdo. Aunque esta situación es muy difícil que pasara ya que hay más cláusulas.
Una vez se rubrique el acuerdo del segundo año, el Atlético puede desembolsar una cantidad para hacerse con el jugador que debería de acercarse a lo que pedía el Barça actualmente, aunque no ha trascendido la cifra concreta. Hay dos opciones a llegar a esta situación: que Griezmann juegue un número de partidos de rojiblanco, aunque tampoco se sabe exactamente cuántos son, o que los colchoneros ejerzan la opción de compra en cualquier momento.
Adiós a Griezmann
El delantero francés es una de las piezas de mercado codiciadas por Diego Pablo Simeone durante todo el verano. El argentino nunca descartó su posible llegada. "Entiendo la necesidad. Tranquilidad, sabemos lo que buscamos, lo que queremos", respondía cuando le preguntaban sobre la posibilidad de que el galo volviera. El argentino no renunciaba a que el futbolista que transformó regresara a su dinámica. El futbolista bajo sus órdenes llegó a ser Balón de Bronce por detrás de Messi y Cristiano.
Los culés tenían grandes problemas económicos y llevaban durante todo el verano buscando un movimiento de este tipo para desprenderse de uno de sus contratos que pesaba más en la plantilla. Aún así, hasta ahora Griezmann había contado para Koeman en los primeros partidos de la temporada. En los tres partidos que ha disputado, no había conseguido marcar. De hecho, había estado bastante discutido por la afición y la prensa, ya que sus actuaciones no terminaban de conmover a un equipo que acababa de perder a su gran estrella, Leo Messi. Antoine no estaba llenando el vacío que había dejado el argentino.
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