La ECA, máximo órgano de representación de los clubes europeos, ha disignado tres nuevos cargos en su Junta Ejecutiva. El único rostro español será Miguel Ángel Gil Marín, consejero delegado del Atlético de Madrid y nuevo miembro de la conocica como Executive Board. Así, el mandatario rojiblanco recupera el puesto del que dimitió para apoyar en su día la Superliga Europea.
El movimiento favorable a Gil Marín ha ido acompañado de la inclusión en esa Ejecutiva del CEO del Inter, Alessandro Antonello, y del máximo representante del Tottenham, Daniel Levy. Todos ellos forman parte de clubes que, pese a estar entre los fundadores de la Superliga, acabaron dando un paso atrás para abandonar el proyecto tan solo unas horas después de que se hiciera público.
La decisión llega tras la reunión celebrada en el organismo y donde se reafirmó la unión entre Al-Khelaifi, presidente del PSG y máximo representante de la ECA, y Aleksander Ceferin, presidente de la UEFA. El esloveno unió fuerzas con el representante parisino tras la crisis de la Superliga y han vuelto a mostrar esa unidad contra el proyecto continental. Ahora comienza esa reestructuración de fuerzas en la ECA premiando a aquellos clubes que se acabaron arrepintiendo de la Superliga.
"Mientras que los tres clubes rebeldes desperdician energía, distorsionan las narrativas y siguen poniendo el grito en el cielo, los otros avanzan y concentran todas sus fuerzas en construir un futuro mejor para el fútbol europeo", espetó Al-Khelaifi durante el evento en un claro ataque a Real Madrid, FC Barcelona y Juventus.
El papel de la Justicia
Estos tres clubes son los únicos que siguen manteniendo su apuesta a la Superliga. Y lo hacen pese a las presiones ejercidas por la UEFA, que llegó a amenazar con dejarles fuera de la actual Champions League y que acabó aceptando su inscripción tras las advertencias judiciales. El resto, ya aceptados en la ECA, firmaron un acuerdo con la UEFA donde asumían una sanción y se comprometían a no volver a apoyar competiciones como la Superliga. Este castigo, sin embargo, quedó anulado por el mismo juez.
El Juzgado de lo Mercantil de Madrid, donde se inició el caso, pidió tanto a la UEFA como a los diferentes organismos del deporte que se abstuvieran de realizar declaraciones o movimientos que impidieran que se impulsara la Superliga. El caso está actualmente en el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, pero todo apunta a que no irá por la vía urgente y que la resolución podría alargarse.
La UEFA, sin embargo, confía en poder ganar el caso. Los clubes de la Superliga también mantienen su seguridad en salir victoriosos con el objetivo de acabar con un posible monopolio en el mundo del fútbol en manos de la UEFA.
[Más información - Ceferin, Al-Khelaïfi y el control del fútbol: del ataque a la Superliga a su falso Fair Play Financiero]
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