El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, prometió "decisiones antes de fin de año" sobre la controvertida propuesta de organizar un Mundial cada dos años. El plan, dirigido por Arsène Wenger que ahora es director de desarrollo en el organismo rector del fútbol mundial, sería parte de una amplia reorganización para eliminar lo que Infantino llamó "demasiados partidos sin sentido". La guerra entre el ente y la UEFA por esta cuestión se avecina por las declaraciones de los europeos.
Con el calendario de partidos internacional existente que finaliza en 2024, "tenemos que tomar algunas decisiones a finales de este año", dijo. "Tenemos que tener un sistema que sea simple y claro, que todos entiendan, que defina claramente cuándo hay partidos de selecciones nacionales y cuándo hay partidos de clubes", dijo en una entrevista a AFP. Wenger asegura que hubo 166 asociaciones miembro a favor y solo 22 en contra cuando se hizo la propuesta.
El dirigente suizo realizó estas declaraciones en Doha, donde la FIFA está llevando a cabo una parte de su estudio de viabilidad sobre los aspectos prácticos de organizar una Mundial cada dos años. Los críticos consideran que el calendario anual ya está repleto y argumentan que una competición de la importancia y prestigio se diluiría significativamente si se celebrara de esta forma. "Este proceso global es exhaustivo. Así que para 2024 necesitamos tener un nuevo calendario de partidos. Es por eso que debemos tomar algunas decisiones para fines de este año", sentenció.
Los aficionados de todo el mundo también estaban a favor de mantener el statu quo de la Copa del Mundo. En un comunicado, Fans Europe se alineaba con el resto de asociaciones: "La abrumadora mayoría de los fanáticos se opone a un ciclo de la Copa del Mundo bienal, y si la FIFA se hubiera molestado en hablar con nosotros sobre el tema, sabrían que este es el caso".
Este jueves, también se han unido la asociación European Leagues que aglutina a las principales ligas del viejo continente. "No es la solución a los problemas actuales en un calendario ya congestionado", sentenciaba el comunicado oponiéndose a la idea de que haya un Mundial cada dos años.
Se espera que la UEFA comience un proceso más hostil contra esta idea, aunque los plazos de la Superliga Europea tienen atado de pies y manos a Ceferin; sabe que necesita a la FIFA en este conflicto de su lado y un divorcio claro supondría un problema. El director de desarrollo ha prendido una mecha que seguirá evolucionando en los próximos meses. El conflicto ya está en marcha y, por las declaraciones que se ven, se está recrudeciendo.
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