El empate del FC Barcelona ante el Granada pudo ser peor de no cabecear Araujo un centro en el tiempo de descuento. El conjunto catalán evitó la derrota y mantuvo a Koeman en el banquillo. Sin embargo, las sensaciones no fueron buenas desde el inicio y hasta Gerard Piqué se temía lo peor. Una charla con el cuarto árbitro, 'cazada' por las cámaras de televisión, así lo demuestra.
El central del Barça, peso pesado del vestuario y líder sobre el terreno de juego, mostró su enfado al cuarto árbitro justo antes de marcharse a los vestuarios en el descanso. El Granada ya ganaba 0-1, pues se había adelantado en los minutos iniciales, y a ojos del jugador azulgrana ya había una estrategia para que el reloj corriese lo máximo sin el balón en movimiento.
"Lo hacen más porque solo se juega un minuto", criticó Gerard Piqué al cuarto árbitro justo después de los primeros 45 minutos. "Este es el problema que tenéis, tendríais que meter diez minutos más", espetó con cierto enfado y mientras intentaba taparse la boca, tal y como reflejan las imágenes captadas por Gol TV.
Las respuestas del colegiado no son tan sencillas de captar, pues llevaba hasta dos mascarillas que imposibilitaron leerle los labios y hasta que los micrófonos de ambiente pudieran recoger todas sus declaraciones. Sin embargo, sí se que pudo escuchar cómo el árbitro apoyaba la decisión del resto de sus compañeros mientras confiaba en que el Granada no iba a perder diez minutos en la segunda mitad.
Al final del partido, el árbitro llegó a poner cuatro minutos de tiempo extra que se extendieron hasta más de seis. El Barcelona, tras anotar el gol del empate en el 90' cuando todo el equipo se volcaba al ataque, buscó hasta el pitido final el 2-1 que les diera los tres puntos. El Granada logró aguantar la presión y sacó un punto muy valioso del Camp Nou. Los peores presagios de Piqué se confirmaron y el central pidió a los suyos agradecer el apoyo de la afición nada más concluir el tiempo reglamentario.
Las quejas arbitrales, como reflejan las imágenes, sigue existiendo en La Liga. Además, la cifra de diez minutos de tiempo extra a la que se refiere Piqué puede tener un doble sentido y servir como indirecta a lo sucedido en el encuentro entre el Espanyol y el Atlético de Madrid, cuando el colegiado puso hasta diez minutos de tiempo de añadido que sirvieron para que los de Simeone pasaran del 1-1 al 1-2 final con un tanto de Lemar en el 99'.
Koeman, señalado
El enfado de Piqué es el claro síntoma de la tensión que se vive en el Barça pese a ser el inicio de temporada. Ronald Koeman vuelve a estar señalado como el curso pasado y su futuro está en el aire. El holandés, que públicamente recibió el apoyo de pesos pesados de la plantilla, ya ha dejado claro que no hablará más de su puesto pese a los constantes rumores. "No voy a hablar más de mi futuro", sentenció tras el partido.
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