En La Liga se juega menos: el fútbol español, ante un problema con el tiempo de descuento y el espectáculo

Los tiempos en los que se presumía de La Liga como la mejor competición del mundo por contar con los mejores jugadores han quedado atrás, pero no es el único problema que tiene el fútbol nacional. Precisamente, ahora tiene que ver con el reloj el debate que atrae todos los focos. Se discute a los árbitros por tomar decisiones con los descuentos tan largos, pero es una iniciativa para tratar de dar más tiempo de juego a una competición que gana por goleada en Europa por la cantidad de minutos inútiles que tienen los partidos.

La polémica sobre los largos descuentos que se están viendo esta temporada se ha instalado en el público que también repara en que ve menos tiempo de juego sobre el campo desde que está en la grada tras el coronavirus. Un estudio del CIES de abril de este año ya vislumbraba que en los últimos dos años la Primera y la Segunda División son dos de las competiciones en las que menos porcentaje de tiempo efectivo de juego existe: menos de un 60% la Primera y poco más del 55% la Segunda. Esta nueva temporada se dio una directriz a los colegiados para que añadan más tiempo a los encuentros para equilibrarse con la Premier League (62%), la Serie A (63%) y la Bundesliga (64%).

El tiempo real de juego en La Liga sigue cayendo en la temporada 2021/2022, una tendencia que continúa con su progresión negativa de los últimos años, incluso con algunos encuentros en los que no se llegó a jugar ni una sola parte, es decir, 45 minutos con el balón rodando por el césped. El ejemplo de esta última jornada de Liga es el Rayo - Getafe, que tuvo solo 43 minutos reales de juego a pesar de que se añadieron 15 minutos entre las dos partes.

La comparación con otras ligas es flagrante, incluso en la Champions League se puede notar cuando hay un equipo español en el campo. Ese estudio del CIES deja ver que en la máxima competición continental existe un 65% de tiempo efectivo de juego y esta tendencia sigue existiendo este año. La comparación entre el Atlético - Oporto y el Besiktas - Borussia Dortmund de esta misma temporada es de casi 10 minutos de juego real entre ellos.

La pillería en España

El análisis de los datos de las últimas temporadas explican que no es un problema de número de faltas, sino del tiempo que se pierde entre falta y falta. Hay que entender que es normal que dentro de los 90 minutos que dura un partido, más el añadido, no se jueguen todos: el balón sale por los laterales del campo, hay lesiones y cambios. Pero el fútbol tiene la necesidad de agilizar estas situaciones de juego. Es evidente que si hay un problema físico de gravedad, se necesite todo el tiempo del mundo.

Ahí surge la pillería donde los jugadores aprovechan para tirarse sobre el campo todo el tiempo que sea posible, incluso a veces entrando dentro del rectángulo de juego a pesar de que estén fuera para que tengan que ser atendidos. También existe una clara pérdida de tiempo cada vez que sale el balón del campo. Ambas son situaciones que se suelen ver cuando un club inferior, teóricamente, va obteniendo un buen resultado ante un equipo superior, a priori.

El CTA tomó nota de esta cuestión y trató de contraponer este problema aumentando el tiempo de añadido, es por lo que esta temporada se están viendo partidos que superan los 100 minutos totales, pero las cifras indican que el juego sigue estando lejos de las otras principales ligas. La Primera División tiene una media de 27 faltas por partido, una cifra en la línea del resto de los campeonatos, pero es que se pierden de media 34,9 segundos por cada uno de esos lances. En la Champions se pierden 31,0 de media.

Una tendencia negativa

La Liga siempre ha sido la competición de las cinco grandes en la que menos tiempo efectivo existía. En los últimos cinco años, el torneo nacional ha pasado de 54:30 minutos en la 2016/2017 a los 52:56 en la última campaña, la 2020/2021. Si bien es cierto que de esta a la anterior, la 2019/2020, (51:59 minutos) había presentado una mejora, las sensaciones vuelven a ser negativas. En esta última jornada, el promedio es de 52:14 minutos.

En las cuatro primeras jornadas, solo en la tercera mejoran los números: 51:17, 50:38, 53:27 y 51:20. Con estas cifras, a pesar de contar con descuentos más largos, la tendencia vuelve a descender con cifras inferiores a la peor temporada: 51:47 minutos de juego real en La Liga. La comparación con las otras ligas deja al campeonato español en mal lugar. La Ligue-1 encabeza la clasificación (56:07), seguido de la Premier League (54:52), la Serie A (54:01) y Bundesliga (52:48).

La realidad es que La Liga ya era hace cinco años la competición en la que menos tiempo efectivo había en los partidos. Mientras el resto de competiciones se mantenían entre los 55 y los 56 minutos de tiempo efectivo, la española se ha ido dejando tres minutos por el camino. En este principio de temporada todas las ligas han mostrado un pequeño bajón, grande en el caso de la Bundesliga, pero no han sufrido tales variaciones en los descuentos como sucede en España.

Los descuentos

La Premier era la competición por excelencia donde se veían descuentos más largos tratando de respetar al aficionado que va al estadio religiosamente cada fin de semana. Ver ocho minutos de añadido no era normal en las últimas temporadas en La Liga y este año la polémica ha llegado cuando el Atlético de Madrid ganaba al Espanyol con un tanto en el último minutos después de que la tablilla del cuarto árbitro mostrase el número 10 en la segunda mitad.

La celebración de Thomas Lemas durante la retransmisión del Espanyol - Atlético

La evolución del fútbol también ha llevado a esta situación. A pesar de que los cinco cambios llegaron como una norma circunstancial por la Covid-19, parece que se van a quedar. En cualquier caso, no se debería de perder más tiempo por esta cuestión ya que solo se permiten hacer en tres tandas como máximo. El VAR sí que es más culpable de esta cuestión, ya que se ven revisiones de hasta cuatro minutos con el juego parado.

Un fútbol atractivo

Todo esto sucede con una tendencia en la que las cifras indican problemas de audiencia con el fútbol. Florentino Pérez esgrimió como uno de los motivos por los que era necesaria la Superliga esta cuestión: "Habría que hacer un análisis de por qué los jóvenes, de 16 a 24, ya no tienen interés en el fútbol. Hay muchos partidos de escasa calidad y no les interesa tanto. Tienen otras plataformas donde entretenerse y uno se tiene que adaptar. Un grupo de clubes entendemos que tenemos que cambiar algo para hacer este deporte más atractivo a nivel mundial".

Los más jóvenes, tal y como demuestran estudios, no prestan atención más de entre 15 y 20 minutos a un encuentro. Si a estos datos le añades que cada tres minutos el juego se para más de 30 segundos, es aún más difícil hacer que esta tendencia dé un vuelco.

Además, algunos equipos en España han hecho de estas pérdidas de tiempo uno de sus oremus; algo de lo que se han quejado entrenadores como Manuel Pellegrini, tras un partido contra el Cádiz: "Los árbitros no pueden permitir que los jugadores se demoren tanto. Tenemos que hacer un esfuerzo entre árbitros, técnicos y jugadores para que la Liga española no sea esta vergüenza. O cuidamos esto o va contra el espectáculo, la gente paga una entrada para algo".

España tiene un grave problema con el ritmo de su juego para aspirar a ganar competiciones europeas, así como de atractivo para captar a un público al que le cuesta seguir un encuentro entero si no tiene interés en alguno de los dos equipos que juegan.

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