De triunfar en el césped a liderar una directiva. De celebrar los goles a gestionar cuentas. De pedir un salario a negociarlo. Es la transformación, aunque con cierta lírica, que puede vivir Thierry Henry a sus 44 años. El exjugador francés, mítico nombre del Arsenal y recordado en el fútbol español por su paso por el Barça, aspira a comprar el club inglés junto a Daniel Ek, cofundador de la popular Spotify. Una dupla que cuenta con el respaldo de algunas otras estrellas y que espera encontrar la cooperación de la familia Kroenke, actual propietaria del equipo.
Los rumores sobre la compra del Arsenal comenzaron ya el pasado mes de abril. Y lo hizo por decisión de Daniel Ek, cofundador de Spotify y actual CEO de la empresa. Él fue quien aseguró públicamente que siempre había sido aficionado del Arsenal y que estaba dispuesto a negociar una compra para hacerse con las riendas de la entidad. Una noticia que supuso un impacto en Inglaterra y que dejó en el centro de todas las miradas a la cúpula actual de la entidad.
Ek, nacido en Suecia, no es un nombre baladí. Tiene 38 años y posee cerca del 9% de acciones de Spotify, aunque se calcula que el 37% de los votos los controla él. Según Forbes, su patrimonio neto es cercano a los 4,7 mil millones de dólares. Por ello, adquirir un club valorado según los mismos análisis en 8.200 millones de dólares no sería una tarea muy complicada.
Tras ese paso adelante en abril, llegó un nuevo movimiento en mayo. Y esta vez con Henry como portavoz, dando muestras de su importancia en la operación. El exjugador aseguró en Sky Sports que Ek había comenzado a recabar fondos para poder presentar una buena oferta. "Ahora necesitan escuchar, mucha gente ha estado pidiendo que el dueño se vaya", advertía Henry a la cúpula del Arsenal. "Daniel Ek no se moverá", subrayó el francés.
La espera, pese a esas peticiones, se alargó. En mayo comenzaron a surgir las primeras informaciones que hablaban de un "no" rotundo de los propietarios del Arsenal. En junio, la 'pareja' reafirmó su intención de abordar una compra. Nombres como Dennis Bergkamp y Patrick Vieira, reconocidos en el Arsenal, eran vinculados al cambio de propietarios.
El verano pasó, el inicio de la temporada llegó y ha sido en este final de septiembre cuando Thierry Henry ha querido hacer su 'trabajo'. Fue con Daniel Ek a ver el Arsenal - Tottenham, que acabó con goleada por 3-1. La imagen de ambos en la grada no pasó desapercibida. Y el exjugador, en el programa Monday Night Football, recuperó el tema para evitar que se perdiera en la vorágine informativa. "Todavía no ha ocurrido -la respuesta-, pero nosotros y él estamos aquí para quedarnos". Él lo tiene claro: "Va a ser un proceso largo".
Thierry Henry, por lo tanto, puede ser el hombre clave. Pasó ocho temporadas en el equipo, anotó más de 200 goles en casi 380 partidos y se alzó con siete títulos durante su estancia allí. Después de meses de parón en el tema de la compraventa, es él quien ha vuelto a recordar que la operación sigue abierta. Es, al fin y al cabo, el rostro al que todo aficionado del Arsenal está dispuesto a escuchar. Y ese legado deportivo, sumado al reconocimiento empresarial de Ek, puede ser el que acabe con el muro del "no" de los Kroenke.
Crisis deportiva
La gestión de los últimos años refleja la falta de estabilidad de un Arsenal que no ha encontrado el camino que buscaba. Desde la salida de Wenger en 2018 ya han pasado tres entrenadores por el banquillo gunner. Y, lo peor, ninguno de ellos ha terminado de ganarse el apoyo de la afición. Parece que Mikel Arteta puede haber encontrado ese respaldo, pero la falta de resultados deportivos mantiene las dudas sobre el proyecto.
La temporada 2017/2018 acabó con el Arsenal sexto. La 2018/2019, ya con Emery, el equipo logró disputar la final de la Europa League, aunque caerían derrotados contra el Chelsea. Finalizaron quintos en la Premier y el equipo comenzaba a crecer. Sin embargo, en noviembre de 2019 llegó el cese de Emery y la llegada de Arteta. El equipo acabó octavo por detrás del Wolverhampton y en la 2020/2021 repitió puesto. Otros como el Leicester o el West Ham cosecharon mejores resultados.
Situaciones que han hecho caer al Arsenal a la zona media de la tabla hasta ocupar la décima plaza en la actualidad y que puede suponer un punto a favor de la llegada de un nuevo grupo de propietarios que recupere la ilusión en el Emirates Stadium.
Varapalo económico y Superliga
Las malas noticias del Arsenal en los últimos años no solo han llegado desde el plano deportivo, sino que han ido acompañados de una crisis financiera e institucional que ha dejado a la cúpula tocada. La afición quiere que llegue el momento del hundimiento, pero la familia Kroenke parece estar perfectamente segura de aguantar en su posición dominante.
Uno de los escenarios negativos a los que se han tenido que enfrentar ha sido el de la crisis del coronavirus. La pandemia paralizó todo el deporte por completo y, cuando permitió su regreso, lo hizo con medidas de restricción que impidieron la presencia de aficionados en la grada. Los ingresos cayeron en todas las entidades y solo algunas pocas consiguieron finalizar sus ejercicios económicos esquivando los números rojos. El Arsenal, sin embargo, no fue uno de ellos.
Los gunners confirmaron cerca de 55,5 millones de euros en pérdidas la temporada 2019/2020 donde la Covid-19 llegó a mitad de curso, un 76% más que el curso anterior. Las cifras de la 2020/2021, donde hubo algo de aficionados en el tramo final de campaña, no se conocen todavía. Pese a ello, todos los análisis y las cuentas de otros clubes que ya han detallado sus cifras, resaltan que en el segundo año de pandemia los números no fueron a mejor.
Esa crisis económica, ligada a la deportiva, pudo ser la detonante del tercer gran frente con el que tuvieron que lidiar en la cúpula del Arsenal: la Superliga. El club inglés fue uno de los 12 fundadores. Se aseguraban estar en la mejor competición del continente después de sus últimos malos resultados y, además, un respaldo económico. Aceptaron como todos, pero vista la reacción de la UEFA, Premier, gobierno británico y aficionados ingleses, el Arsenal se echó atrás como el resto de clubes del país.
Sin embargo, ya era tarde. Las críticas a los dirigentes de la entidad se multiplicaron y su credibilidad cayó en picado. Este verano, con incorporaciones como la de Odegaard, han intentado reconducir la situación. Un objetivo que parece lejos de cumplirse, más todavía viendo a Henry y su socio Ek presionando para lograr una compra para la historia.
[Más información - La Premier League y un contrato de 5.200 millones: así quieren continuar su liderazgo en Europa]