Incontestable victoria de la Selección para meterse en una histórica final de la Nations League. En la segunda edición del torneo, España peleará por llevarse este título por primera vez. Será Bélgica o Francia el rival al que se enfrentará el equipo de un Luis Enrique que se vengó de la eliminación en la Eurocopa. La conexión Oyarzabal - Ferran Torres sentenció a una Italia que se vio con un jugador menos justo antes del descanso, cuando ya iba 0-2 abajo. Solo un error de Pau Torres permitió a Pellegrini recortar distancias y meter el miedo en el cuerpo. [Itallia 1-2 España: Narración y estadísticas]
Ocho años después, la Selección vuelve a una final internacional. La última fue en 2013, en la Copa Confederaciones en la que se comenzó a cerrar el histórico ciclo de la España que ganó entre 2008 y 2012 dos Eurocopas y un Mundial. Allí se perdió frente a Brasil; este domingo a partir de las 20:45 horas se espera otro desenlace. El equipo nacional mostró una versión verátil, divertida y efectiva para tumbar a un rival que llevaba 37 partidos consecutivos sin perder. La Selección acabó con un récord histórico y lo hizo en Milán.
Aunque hay varios nombres propios tras este encuentro, el que sobresale es el de Luis Enrique. El seleccionador, criticado por su convocatoria y también su actitud en rueda de prensa, sigue saliendo bien parado de sus decisiones y alcanza una final que ahora quiere ganar para conseguir la confianza necesaria de cara a lograr la clasificación para el Mundial 2022. Ese es su principal objetivo, pero también quiere hacer historia en esta competición de nuevo cuño.
Le costó entrar en juego a España. Muy despistada y descolocada en el campo con la variante que introdujo sobre el campo Luis Enrique. El asturiano, además de sorprender con la titularidad de Gavi, que se convirtió en el jugador más joven en enfundarse La Roja de toda la historia, salió con una especie de 4-2-3-1. Sarabia y Gavi se iban alternando la mediapunta con la banda derecha. Eso provocó que Busquets y Koke tuvieran problemas de colocación, que se conjugaron con errores de entrega.
Oyarzabal - Ferran
Así llegó Italia hasta en dos ocasiones claras al comienzo del partido. Primero fue Insigne y después Chiesa los que metieron el miedo en el cuerpo a una España que comenzaba endeble, pero que poco a poco se fue entonando. Lo hizo a través de una banda izquierda muy dinámica. Marcos Alonso, otra de las novedades, estaba cosechando un buen choque y el hecho de que inundaran esta zona del campo con jugadores nacionales favorecía la circulación.
Desde ahí llegó la primera gran ocasión de España, que recibió dentro del área con un pase atrás que se estrelló en un Bastoni que cerró rápido las piernas. La mejora de la Selección encontró además el premio del gol. Ferran Torres ganó la espalda de Bastoni, Bonucci dio un metro vital a Oyarzabal para que centrase y el del City hizo bueno el centro perfecto del vasco. A punto estuvo de encontrar doble premio con una mala atajada de Donnarumma a un potente tiro de Marcos Alonso, pero Bonucci salvó bajo palos.
El partido entró en un ambiente de calma tensa. Gavi estaba demostrando su carácter yendo al choque continuamente contra un Verratti que no conseguía crear. El joven del Barça estaba robando muchos balones y sacrificándose defensivamente. El que sí conseguía hacer jugar era Jorginho, que envió un gran balón hacia un Bernardeschi que se sacó un cañonazo que Simón desvió al palo y consiguió evitar el gol. Más clara fue la de Insigne, tras un error en salida de España, disparó prácticamente desde el punto de penalti pero ajustó tanto que se fue fuera.
Mientras Oyarzabal trataba de responder con otro disparo, llegaba un momento clave en el partido antes de que se acabaran los primeros 45 minutos. Bonucci, que había visto una tarjeta amarilla por protestar antes, vio la segunda tras un claro codazo sobre Busquets en un balón aéreo cerca del área transalpina. Italia se quedaba con un jugador menos para jugar toda la segunda mitad. Pero España no iba a esperar para aprovechar esta ventaja. Otra vez volvió a surgir la conexión Oyarzabal - Ferran Torres para, de cabeza, hacer el segundo. El partido se ponía muy de cara para la Selección.
Jugar en ventaja
España comenzó dominando la segunda mitad a su antojo. A pesar de la mala noticia de la lesión, o esperemos que problemas físicos, de Ferran Torres, Italia notó mucho que estaba con uno menos. Se recompunso introduciendo a Chiellini por Bernardeschi, pero había uno menos en la presión. Yeremy Pino también debutó con la absoluta y en su primera ocasión ya encaró para meter un balón en el área que no encontró rematador. Otro interesante regateador.
Luis Enrique recostó el equipo con una defensa de tres, tirando a Azpilicueta más abajo y con el canario abierto en banda como carrilero. España estaba cómoda en el campo y Roberto Mancini buscaba soluciones ofensivas dando entrada a Moise Kean y a Manuel Locatelli. Pero sería una nueva ocasión del canario, donde destrozó a Emerson, la que haría que España rozara el tercero. Oyarzabal remató un centro suyo que rozó el palo izquierdo.
De nuevo volvería a llegar el peligro por la banda de un Yeremy que estaba demostrando con los grandes lo que ya había hecho con la sub21: que es un fuera de serie. Después de irse de dos rivales, le puso un balón delicioso a Marcos Alonso para que hiciera el tercero, el de la tranquilidad. Ahí sí apareció un Donnarumma silbado por su propio público todo el partido (por dejar el AC Milan este verano e irse al PSG) y sacó una mano prodigiosa.
El único error del partido puso tensión al partido. Pau Torres no despejó un balón con el que Italia salía a la contra tras un córner botado por España. Esto sirvió para que Chiesa se fuera solo contra Unai Simón, que se la cedió a Lorenzo Pellegrini para que anotase el tanto que recortaba distancias en el marcador. La Selección gestionó el balón y supo sufrir en este tramo sin permitir que los transalpinos pudieran contragolpear.