Zlatan Ibrahimovic (Malmö, Suecia; 1981) no piensa en la retirada. El pasado 3 de octubre cumplió 40 años y lo celebró como si tuviera 15 o 20 menos. Así es Ibra, un hombre con aires divinos que a lo largo de su extensa carrera deportiva nunca ha dejado a nadie indiferente. En esa forma de afrontar la vida (y sus goles) está el secreto de que a la edad a la que muchos llevan años retirados él sea una amenaza para España.
Como es sabido, Suecia y España se juegan esta semana la clasificación directa al Mundial de Qatar 2022. La selección escandinava está dos puntos por encima de la nuestra y, si como se espera, ganan el jueves a Georgia y a Grecia, respectivamente, se la jugarán en un cara a cara el próximo domingo en La Cartuja. En el césped debería estar Ibrahimovic.
Han pasado más de cinco años desde que Zlatan se retiró del fútbol de selecciones. En 2016, en plena disputa de la Eurocopa, anunció a los 34 años su adiós al combinado de Suecia. "¿Terminar con una decepción? Eso jamás", decía. Pocas veces se equivoca Ibra -eso diría el propio Ibra-, pero aquella fue una de ellas porque su selección no pasó de la fase de grupos. Quizás por eso le picó el gusanillo de volver.
Con 39 años, Zlatan quiso jugar de nuevo con Suecia este 2021. Su plan era estar en la Eurocopa y llegó a jugar dos partidos con su país en los meses previos. Lo más especial de todo fue ver a 'gigante sueco' ver derramar algunas lágrimas el día de su regreso. El sueño del delantero, sin embargo, se truncó al poco tiempo al sufrir una lesión en la rodilla que le impidió participar en la fase final de la competición continental.
Varios meses después y ya recuperado de sus problemas físicos (ha tenido minutos en los últimos siete partidos del Milan), Ibrahimovic llega al parón con ganas de seguir ayudando a su selección y lograr un objetivo que lleva años teniendo marcado: volver a jugar con su país un Mundial. Ya lo hizo en 2002 y 2006, pero entonces Ibra no era una ni una ínfima parte de lo que acabó siendo con los años, y en 2010 y 2014 -ya sí como el Ibra que todos conocemos- no logró el billete. Cosas de la vida, en 2018, con él 'retirado' de su selección, Suecia sí jugó el Mundial de Rusia.
Mi cuerpo se está haciendo más viejo, pero la cabeza se vuelve más joven y yo soy cada vez más guapo
Ibra está motivado, lo más importante cuando uno sigue jugando al fútbol a los 40 años. De hecho, él se siente bien y no le importa reconocer algunas de las limitaciones que le ha ido dando la edad: "Cada día aprendo a conocer mejor mi cuerpo. Se está haciendo más viejo, pero la cabeza se vuelve más joven y yo soy cada vez más guapo. Hay cosas nuevas cada día", decía este lunes en rueda de prensa.
Simplemente, Zlatan. Te cuela una sobrada -por lo de guapo-, pero te da la clave de seguir jugando en la élite cuando la lógica dice que podría llevar tiempo sentado en el sofá sentado o haciendo cosas que solo haría él. Será que seguir en el fútbol es una de ellas. A Ibra le da igual lo que sigue a la lógica, como lo de irse a jugar a Los Angeles Galaxy y volver a Europa cuando todos se retiran en Estados Unidos o lo de volver a la selección cinco años después de su retiro.
Este Ibra "más viejo, pero más guapo" tendrá que decir algún día adiós al fútbol. Qatar 2022 sería esa fecha especial, en caso de ir con su selección, en la que poner punto y final a una carrera única y de la forma en la que solo se puede acabar una trayectoria como la suya: jugando un Mundial 16 años después de hacerlo por última vez. Ibra tiene un objetivo en su cabeza y cuando lo tiene se vuelve más peligroso. Luis Enrique tendrá que defenderse de una amenaza de 1,95 metros.
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