La lucha contra el Covid-19 continúa sin tregua y también llegan fuertes señales del mundo del fútbol, sobre todo en Centroeuropa. Si en Austria y Alemania se preparan para grandes confinamientos por la situación que viven con la pandemia, el Bayern Múnich también quiere dar ejemplo. El medio germano Bild am Sonntag explica que el club ha anunciado a sus cuatro jugadores que no están vacunados que no recibirán su sueldo durante la cuarentena a la que se han tenido que someter.
Los responsables del club bávaro, Oliver Kahn y Herbert Hainer, así como el director deportivo Hasan Salihamidzic han tomado una decisión drástica con los futbolistas afectados. Joshua Kimmich, Serge Gnabry, Jamal Musiala y Eric Maxim Choupo-Moting tuvieron que hacer cuarentena después de que su compañero Niklas Süle diera positivo hace dos semanas. Los tres internacionales alemanes se perdieron dos partidos de la fase de clasificación para el Mundial de Qatar 2022.
El protagonista es el lateral/centrocampista. Kimmich, que ha confirmado en público que no tiene la vacuna puesta, vuelve a estar confinado después de que una persona de su esfera privada diera positivo. Se ausentó en la derrota del viernes del Bayern contra el Augsburgo por 2-1 en la Bundesliga y también lo hará el martes contra el Dinamo de Kiev en la Champions League. El medio asegura que con ello la cúpula de la entidad quiere enviar una señal y aumentar la presión para que sus jugadores se vacunen.
Los argumentos de Kimmich para no vacunarse tiene que ver con dudas personales con respecto a las vacunas existentes y temor a efectos secundarios a largo plazo. Las tasas de infección, de hecho, alcanzaron niveles récord esta semana. Los gobiernos regionales de Baviera y Sajonia, entre los más afectados por el resurgimiento de la pandemia, han anunciado la cancelación de todos los mercados navideños, así como otras restricciones. Todo esto se ha juntado en la situación del futbolista.
Situación crítica
Mientras en Alemania crece la crítica, su entrenador Nagelsmann intenta defenderle: "Esto no es Alaska, donde pasa un alce cada 750 kilómetros y un ser humano cada 1.400 kilómetros, estamos en la civilización [...] Los jugadores no vacunados entienden que engañarían a sus compañeros de equipo y al club si tienen que volver a ponerse en cuarentena. El riesgo para los futbolistas que no han sido vacunados es mucho mayor si se pierden partidos y entrenamientos".
A eso se le suma que la campaña de vacunación en el país germano lleva estancada desde verano por ese escepticismo que se hace evidente en Kimmich, al haberlo expresado públicamente. De momento, solo un 67,7% de la población ha recibido la pauta completa de la vacuna y un 70,2% al menos la primera dosis. Alemania está lejos de alcanzar la inmunidad de rebaño y crece el nerviosismo ante la llamada 'sexta ola'. De momento, los cuatro jugadores se quedan sin sueldo.
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