La suerte se busca en la vida y el mundo del fútbol no es ajeno a este dogma. Que le pregunten si no a Alessio Lisci. El nuevo entrenador del Levante tiene una historia muy particular. Su relación con el deporte ha sido un eterno toma y daca, un ir y venir en el que otros se habrían resignado y enterrado el hacha. El italiano afronta ahora el reto más importante de su corta carrera en los banquillos.
El consejo de administración del club de Orriols emitía esta semana un comunicado en el que ratificaba al técnico en el banquillo tras asumir el equipo de forma interina el pasado 30 de noviembre. Es el tercer entrenador de la entidad en esta temporada. Con él, el equipo firmó un contundente 0-8 en el estreno en Copa del Rey frente al Huracán Melilla y un empate a nada ante Osasuna en su estreno en Primera División.
En el momento más tenso e inhóspito de la era Quico Catalán, el presidente del Levante escribe el décimo capítulo del banquillo. Alessio, un joven técnico de la casa que afronta con personalidad y carisma el desafío de la permanencia, incluye su nombre en una lista con nueve predecesores. Son los entrenadores que han llevado el timón del conjunto azulgrana desde que, en 2009, aterrizó el dirigente. La permanencia está en juego para un equipo que se ha instalado en la máxima categoría del fútbol nacional.
Lisci es el técnico con plenos poderes desde este martes. Su figura es desde hace años una de las más respetadas en el organigrama de la entidad y tarde o temprano estaba destinado a ser el jefe de la plantilla del primer equipo. Eso sí, el romano hace un año estaba en el Juvenil División de Honor y ahora se hace cargo de una plantilla que no ha ganado ningún partido liguero de los últimos 24.
Un vendedor
El técnico de 36 años afronta la oportunidad de dirigir al Levante UD en la máxima categoría del fútbol español, tras diez años de formación en el club. Los dirigentes levantinistas, finalmente, han confiado en su capacidad y 'hambre' para intentar revertir la crítica situación del equipo en liga. Los granotas son colistas a seis puntos del Deportivo Alavés, equipo que actualmente marca la salvación.
El joven técnico italiano ha conseguido llegar a la élite con una edad poco habitual en los banquillos de Primera, pero su camino hasta llegar aquí no ha sido fácil. Lisci mandó hasta veinte cartas a distintos clubes de Primera División para realizar prácticas como entrenador. El técnico nacido en Roma tenía claro su objetivo de entrenar y aprender en el fútbol español. El italiano tan sólo recibió dos respuestas a sus solicitudes, Atlético de Madrid y Levante.
A pesar de la diferencia de nivel entre un equipo y otro, la oferta era mejor del lado granota. Los colchoneros le ofrecieron ser ayudante en uno de los equipos de fútbol 8. Los granotas le dieron la opción de unirse al cuerpo técnico del Juvenil A como segundo entrenador de Miguel Ángel Villafaina, a la vez que dirigía algún equipo de fútbol 8. Lisci tuvo que volver a Roma cuando este fue destituido en 2016, pero a los pocos meses recibió la llamada del Levante para volver.
La clave estuvo en el 'Programa Leonardo'. Esta idea permite realizar unas prácticas remuneradas en el extranjero. Esto llegó después de licenciarse en el grado de ciencias y técnicas del entrenamiento y trabajar en las categorías inferiores del Lazio. Los inicios en España fueron duros, ya que no le llegaba el dinero con el sueldo de segundo entrenador. Estuvo vendiendo productos alimenticios italianos a restaurantes de Valencia durante sus dos primeros años.
Entrenador modelo
Pero las cosas comenzaron a sonreírle. La próxima semana se cumplirá un año del primer ascenso de Alessio, del Juvenil División de Honor, que finalmente ganó la liga, al filial tras la destitución de Luis García Tevenet. Antes se ganó la confianza que ahora deposita la entidad con otros buenos resultados ganando títulos con el Alevín, Infantil y Juvenil de liga nacional. Salvó al filial en esa temporada de caer a Tercera RFEF.
El italiano es un entrenador de carácter y lo ha demostrado. Sin embargo, la plantilla granota necesita sí o sí cambiar la actitud con respecto a lo visto en las primeras 16 jornadas ligueras. La próxima ventana de fichajes puede resultar fundamental. Sin director deportivo todavía tras la marcha de Manolo Salvador, David Navarro y Manu Fajardo, el Levante UD tiene además que vender por más de 10 millones de euros y ajustarse a las exigencias de LaLiga.
Después de un crecimiento tan labrado, Alessio Lisci tratará de demostrar que es un gran entrenador con este Levante. La Liga no se entiende sin este equipo en las últimas temporadas, por lo que el italiano tiene un gran reto por delante arreglando la difícil situación que afronta el actual colista del campeonato nacional de fútbol español.
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