Ni siquiera en Francia son capaces de ocultar el descontrol que gobierna en el Paris Saint-Germain (PSG). El diario L'Équipe ha publicado este martes un extenso artículo en el que repasa las grandes polémicas que están afectando al actual líder de la Ligue-1 desde el pasado verano. La lista es bastante amplia y ninguna de las estrellas del equipo se libra de estar incluida en ella.
La preocupación gira en torno a la división que existe en el vestuario y que así se vio en la fiesta de cumpleaños de Kylian Mbappé. Hay dos clanes claramente diferenciados: el francés y el sudamericano. La estabilidad del grupo es mínima y así pasa que casi cada semana surge un nuevo escándalo en el seno del primer equipo.
El primero no fue ni la salida en falso de Mbappé ni los problemas físicos con los que llegó Sergio Ramos del Real Madrid. El protagonista fue un actor secundario, Idrissa Gueye. En agosto, el PSG se enfrentaría al Lille en la final de la Supercopa que se jugó en Israel. El centrocampista senegalés, que rechazó vacunarse por cuestiones religiosas, dio positivo y evitó guardar cuarentena de diez días por petición directa de las altas esferas del PSG (es decir, Catar) con el gobierno israelí.
Luego llegó Messi y se retuvo a Mbappé, pero en París ya se esperaban lo que vendría: "Ante las cámaras, Pochettino pone cara de circunstancias. En privado, es consciente de la magnitud del trabajo que le espera y de los escollos que le esperan. Con jugadores de esta talla, más con Sergio Ramos, todo el panorama político del vestuario está destinado a cambiar también. Y en París, el vestuario es por naturaleza explosiva", dice L'Équipe.
Keylor ataca a Donnarumma
Un momento de tensión se vivió entre Keylor Navas y Gianluigi Donnarumma. Si de puertas para fuera se vende que hay una competición sana entre ambos, de manera interna las cosas no irían tan bien. El citado medio pone especial atención en suceso que ocurrió hace tres semanas cuando el PSG se enfrentó al Niza. Keylor se reencontró con Bulka, exguardameta suplente del club de París, y ambos bromearon tras el partido sobre sus guantes de la misma marca (Sells). Según un testigo, Navas miró a Donnarumma y dijo: "Solo los mejores porteros del mundo llevan estos guantes".
Otro capítulo tenso en el PSG esta temporada se vivió con Neymar. El brasileño es difícil que no esté en el ajo y el cabreo de la entidad con él vino un día que no se presentó a tiempo en un encuentro con patrocinadores. El motivo podría haber sido unas discrepancias por una prueba Covid que debía realizarse, pero no fue suficiente para evitar que Leonardo llegara a pensar en castigarle severamente. No lo hizo finalmente por temor a que se filtrara.
Las salidas nocturnas
Las fiestas tienen otro capítulo destacado en este cúmulo de problemas internos del PSG. Ya hubo molestia en el club y en el vestuario cuando Leo Messi y Paredes se ausentaron del entrenamiento posterior a la gala del Balón de Oro por "gastroenteritis", según explicó el club, cuando el día anterior habían estado de celebración por la noche. Peor fue lo ocurrido este lunes, cuando dos jugadores sudamericanos, de los que no se revela identidad y no comparten nacionalidad, llegaron indispuestos a Camp des Loges tras haber salido de fiesta. No se entrenaron sin consultarlo al cuerpo técnico.
Para rematar, no hay que olvidar del escándalo matrimonial en el que ha estado envuelto Mauro Icardi junto a su esposa Wanda Nara en los últimos meses. Toda esa inestibilidad hace que L'Équipe dé por hecho que será casi imposible retener a Mbappé este verano.
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