Sergio Ramos no levanta cabeza en el PSG. Al calvario de lesiones que le impidió debutar hasta hace relativamente poco, ahora ve cómo una expulsión le volverá a dejar en la grada la próxima jornada. Su fichaje, allá por el mes de julio, estuvo marcado por la continua duda sobre cuándo iba a debutar, y en su segundo partido de la Ligue-1 con el equipo parisino vio dos tarjetas amarillas en cuatro minutos, completando un comienzo de etapa mejorable y viendo su expulsión número 27 en toda su carrera en el fútbol.