La alegría ha durado poco en las oficinas del Fútbol Club Barcelona. El conjunto catalán ha anunciado esta misma semana el fichaje de Ferran Torres y espera presentarle a principios de 2022. Sin embargo, el equipo culé aún necesita el visto bueno de LaLiga para saber si su incorporación es compatible con su situación financiera. Ahí entra la renovación a la baja de Ousmane Dembélé, que por el momento ha roto las conversaciones con la directiva tras la última reunión.
El delantero francés acaba contrato en 2022. El club quiere que continúe, Xavi ya ha indicado en diferentes ocasiones que es fundamental en su esquema y hasta el jugador ha dado indicaciones de que está muy cómodo en el Camp Nou. A pesar de todos esos factores, el último encuentro entre los representantes de Dembélé y la dirección deportiva no han concluido como se esperaba. La intención era alcanzar un acuerdo cuanto antes para anunciar inminentemente la renovación. Un escenario que ahora se ve imposible tanto a corto como a largo plazo.
El FC Barcelona no ha salido nada optimista de este último encuentro con los agentes de su delantero. Y según informan periodistas como Gerard Romero, no hay opción de encarrilar la negociación y Ousmane Dembélé está prácticamente fuera del equipo para la próxima temporada. Un duro revés para la planificación deportiva y que, en caso de cumplirse, llevaría al Barça a perder sin ingreso alguno a un jugador que costó 145 millones de euros cuando salió del Borussia Dortmund.
Además, la no renovación de Ousmane Dembélé también tiene consecuencias inmediatas en las cuentas del Barça. El francés, como muchos otros jugadores, iba a seguir la línea de la adecuación salarial. Es decir, una rebaja para que el conjunto azulgrana pueda ajustar sus cuentas esta temporada e inscribir fichajes como el de Ferran Torres. Las pretensiones económicas de Dembélé, de hecho, son uno de los factores que han llevado a que la reunión haya acabado de mala manera.
La tensión es tal que, según informa la Cadena Ser, los agentes del jugador no dan otra opción que no sea la de que el Barça acepte las pretensiones económicas de Dembélé. Si no se alcanza ese punto, no habrá renovación y la inscripción de Ferran Torres será casi imposible. Además, dicha información remarca que el entorno de Dembélé critica la doble estrategia del Barça: piden renovar a la baja mientras intentan fichar a Haaland.
El Barça, por lo tanto, comenzará el 2022 de la peor manera posible. Sin haber renovado a Dembélé después de que se diera casi hecho el acuerdo y sin poder inscribir a Ferran Torres hasta que no se produzcan cambios contractuales o salidas en la plantilla. Las puertas del delantero francés siguen abiertas, pero la tensión crece y el Fútbol Club Barcelona sigue sin encontrar la esperada calma en su vestuario.
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