Estados Unidos sigue intentando abrir el deporte a sus minorías sociales. Lo que se vivió en 2020 y 2021 con movimientos como el Black Lives Matter son un ejemplo de que la sociedad afroamericana sigue dando pasos hacia la igualdad. El mundo del fútbol es el protagonista en la historia de Natalie Simon, una mujer árbitro de 32 años que ha recibido a comienzos de este 2022 su escarapela de FIFA, el mayor escalón al que un colegiado puede ascender.
Este privilegio le permite ser seleccionada para los Mundiales o Juegos Olímpicos. En todos estos años que lleva arbitrando rara vez ha visto a otra persona que se parezca a ella. Es negra y nativa americana. Tal y como reconoce, "siempre fui la única persona negra en todos los equipos en los que jugué". Ahora Simon quiere ser ese referente para otras niñas que empiecen sus carreras en el mundo del fútbol o, aún más allá, en el del arbitraje.
Simon sintió que se destacó como jugadora y está a punto de abrir nuevos caminos como árbitro. Es una de las cuatro mujeres estadounidenses con una insignia de la FIFA siendo la primera mujer afroamericana en obtenerlo. Se convirtió en colegiado poco después de completar mi carrera en la universidad, donde despuntaba jugando al fútbol. Fue su entrenador el que le animó a dar ese salto en su carrera del que afirma "ha llevado mi amor por el juego al siguiente nivel".
Hace tres años se ponía el objetivo de conseguir esta insignia "en cuatro o cinco", algo que pone en valor el crecimiento que ha tenido incluso con una pandemia que lo paró todo de por medio. Ya entonces lo dejaba claro: "Hay muchas mujeres que han jugado al fútbol y ahora están arbitrando; solo necesitan las mismas oportunidades". A Simon se la acaban de dar y tratará de seguir demostrándolo tanto en la liga norteamericana como en sus primeros partidos internacionales.
Descendiente de esclavos
Simon nació en Louisiana, el estado que todavía considera su hogar, y ha investigado el linaje de su familia lo suficiente como para saber que desciende de esclavos en ambos lados; una bisabuela era parte choctaw. Estos eran un pueblo nativo americano ubicado en el actual territorio de Mississippi. De hecho, fueron los primeros que sufrieron el traslado forzoso hacia la actual Oklahoma.
Los que se quedaron en la primera ubicación se convirtieron en ciudadanos estadounidenses, pero muchos terminaron convirtiéndose en esclavos. "Es una especie de milagro que haya llegado a este momento. Muchas cosas tienen que encajar. Y un poco de suerte, ya sabes, sabiendo los sacrificios que no solo mis padres, sino mis abuelos y mis bisabuelos, hicieron para que yo tuviera las oportunidades que tengo", explicaba tras su nombramiento.
Simon nunca se propuso abrir caminos o hacer historia cuando cogió un silbato por primera vez. Era una delantera muy enérgica en la universidad de Stetson, pero no era lo suficientemente buena para pasar al profesionalismo. La única otra forma de mantenerse en el juego era arbitrar, lo que tampoco parecía una buena opción ya que Natalie recuerda que tenía muchos rifirrafes con los colegiados. Su adaptación a esta nueva labor fue muy rápida.
Ascenso meteórico
Ascendió de manera rápida desde arbitrar partidos de niños a trabajar en la USL, el segundo nivel del fútbol profesional masculino en los Estados Unidos y la Liga Nacional de Fútbol Femenino (NWSL), una de las mejores del mundo. La clave está en su físico, ya que le ha permitido superar las pruebas de esfuerzo que se requiere para arbitrar a nivel nacional. En esos mismos entrenamientos exigentes se quedan muchas de sus compañeras.
El siguiente paso podría ser la MLS, una barrera que derribó Tori Penso en 2020. La NFL ha tenido tres árbitros femeninos en la historia, siendo una de ellas afroamericana. La NBA ha tenido seis colegiados mujeres durante su historia. La NHL no ha tenido referentes dentro de esta comparación en las grandes ligas deportivas del país, pero la Liga Americana de Hockey, la competición que está por debajo de esta, tiene hasta a 10.
Estados Unidos demuestra que el resto del fútbol masculino es el que tiene problemas para abrir camino a las mujeres que son árbitros. En España ya se ha visto a asistentes, que se limitan a marcar el fuera de juego, o a cuartos árbitros, que gestionan las sustituciones, pero nunca a un colegiado principal mujer. Seguramente, Natalie Simon se convierta en la primera afroamericana en dirigir un encuentro de la MLS, así como otros internacionales.
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