2022 será el año en el que la selección española vuelva a jugar un encuentro en suelo catalán. El equipo entrenado por Luis Enrique se las verá con Albania el próximo mes de marzo en un partido amistoso. El duelo se disputará en el RCDE Stadium, feudo del Espanyol, y podrá contar a la espera de restricciones sanitarias con un total de 40.000 espectadores. Será el primer encuentro de España en la Comunidad Autónoma en 18 años, lo que acaba con una larga sequía y abre un escenario repleto de incógnitas.
Corría el año 2004 cuando España jugó su último partido en Cataluña. La selección nacional de fútbol, por aquel entonces, estaba entrenada por José Ignacio Sáez y sufría para ganar 2-1 a Perú. El encuentro se disputó en Montjuïc (ahora estadio Lluís Companys) y contó con algo más de 23.500 espectadores en la grada. Sin embargo, uno de los aspectos más llamativos es que se calcula que hubo hasta 7.000 aficionados de la selección andina. Desde entonces, España ha atravesado diversas crisis económicas, sociales y políticas y Cataluña ha llegado a declarar la independencia unilateral el 10 de octubre de 2017.
Por todo ello, la vuelta de la Selección a Cataluña, y concretamente a Barcelona, es tan relevante. La decisión sorprendió y fue anunciada por la propia Federación como un éxito. "Después de 18 años, la Selección volverá a jugar en Barcelona para medirse a Albania en el primero de los dos partidos amistosos el sábado 26 de marzo a las 19 horas. El partido se disputará en el RCDE Stadium, la casa del RCD Espanyol", destacó en el comunicado la Federación.
La celebración no es para menos, pues Luis Rubiales y su presidencia ya pueden decir que fueron quienes lograron que el equipo nacional volviera a disfrutar en Cataluña tras casi dos décadas. Además, la gestión ha corrido a cargo del organismo de Las Rozas, por lo que la suposición de un movimiento político por parte del Gobierno queda descartado y el tanto se lo apunta completamente la RFEF.
Cabe recordar que hace unos meses fue el mismo presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, quien desaconsejó jugar en la Ciudad Condal. "Luis Rubiales es una persona inteligente que sabe que lo mejor para la selección es jugar donde tiene más apoyo, como Sevilla, Valencia, Madrid... y quizás aquí no sea el lugar más adecuado", llegó a indicar sobre ceder el Camp Nou en una situación que "no reúne las condiciones más positivas".
Diferentes partidos políticos ya han festejado la cita. Pero, por delante, quedan varios meses para comprobar cuál es el recibimiento de la afición en Barcelona. La venta de entradas y las sensaciones en la grada serán la forma de medir el éxito del regreso. Las expectativas son altas y la situación que vive la Selección actual también puede ayudar.
El peso de Luis Enrique
El seleccionador español ha acostumbrado a protagonizar alguna polémica de manera periódica. Bien con sus sorprendentes convocatorias o por medio de sus declaraciones ante los medios de comunicación, Luis Enrique es un habitual de los titulares. Sin embargo, ha conseguido ganarse a la afición y en Barcelona saben perfectamente cómo es el técnico. El partido, de hecho, si es especial para alguien será para él.
Luis Enrique se hizo estrella durante su estancia en el banquillo del FC Barcelona. Allí vivió sus grandes tensiones con la prensa, sus mayores ovaciones y sus principales éxitos deportivos. De ahí que su figura sea tan respetada en territorio catalán y entrenar de nuevo allí suponga una fecha remarcada para el asturiano.
Por si fuera poco, el seleccionador ya mostró su predisposición a jugar en Barcelona hace unos meses cuando se le preguntó en rueda de prensa. Luis Enrique dio la espalda a Laporta y dejó claro que estaba "encantado de representar a la Selección en cualquier sitio". "Seguro de que en Barcelona hay mucha gente que quiere ver a la Selección", indicó. El próximo marzo se comprobará.
Una selección muy culé
Otra de las claves que pueden facilitar el ambiente en Barcelona es el hecho de que la Selección cuente con numerosos representantes del conjunto azulgrana. Después de años donde no había ningún representante como en 2018, o de los altibajos de Gerard Piqué por su posición cercana al independentismo, Luis Enrique ha logrado aunar a un grupo donde no hay estrellas y con el Barça como protagonista.
El último ejemplo está en Abde, jugador del conjunto azulgrana que recientemente ha optado por rechazar la propuesta de Marruecos para poder debutar con España. El extremo, una de las revoluciones de Xavi Hernández en esta nueva etapa, es serio candidato a entrar en la convocatoria para los próximos encuentros de la Selección.
Abde, pese a todo, no es el único. Luis Enrique se reconcilió con Jordi Alba y dio galones a Sergio Busquets. Además, apoyó a un Éric García que sigue sin generar mucha confianza en sus actuaciones. El seleccionador dio hasta la campanada con un joven Gavi que se ha afianzado como jugador de presente y futuro, mientras que canteranos como Nico también llaman a la puerta. Pedri y Ansu Fati son otros dos de los nombres que aspiran a ir con el combinado nacional.
El último fichaje del Barça, Ferran Torres, permitirá tener un nuevo representante culé en la selección española de fútbol. Un grupo que puede despertar el interés de los más aficionados al FC Barcelona en el próximo encuentro de selecciones.
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