Kurt Zouma era un jugador que pasaba desapercibido para el público general. Un central de nivel medio habitual en la zaga del West Ham. Pero toda esa calma en la que vivía cambió hace unos días con la filtración de un vídeo donde maltrataba a su gato. El futbolista tuvo que pedir perdón. El club le ha dejado dos semanas sin sueldo. Pero ha sido Adidas, marca de referencia en el deporte, la que ha tomado la medida más dura de todos al romper cualquier vinculación con Zouma.
El vídeo del jugador pateando a su gato no tardó en correr como la pólvora. En una sociedad como la actual, un vídeo riéndose del maltrato de su mascota no le iba a salir barato. Las dudas sobre qué sanción se impodría no tardaron en llegar. Y, pese a la presión social, el West Ham se negó a tomar medidas drásticas. El club anunció una sanción de dos semanas sin sueldo y apartado del equipo. Un castigo para muchos demasiado laxo que contrasta con las medidas tomadas en otros clubes o empresas.
Zouma seguirá en dos semanas como si no hubiera pasado nada. Al menos eso es lo que sueñan en el club, pues está por ver cómo es la reacción del público. El West Ham no ha querido quedarse sin un jugador que suele contar con minutos y ejemplo de la flexibilidad que se ha tenido es ese castigo. Sin ir más lejos, el hermano de Zouma ha recibido un golpe mucho más duro al ser apartado de su equipo de quinta división. Él era quien grababa las imágenes y en su caso no ha habido sanción de dos semanas.
Frente a ese pequeño correctivo del club británico está el fin de las relaciones entre Zouma y Adidas. La marca alemana no quiere tener ninguna vinculacón con Zouma despuiés de las denuncias por maltrato animal y ha decidido romper los contratos que tenía con el zaguero. Una despedida que supone un revés para el jugador y que, por e contexto en el que se produce, complicará demasiado al francés la búsqueda de otra marca.
Las marcas aprietan
La decisión de Adidas sobre Zouma responde a una estrategia de mercado. Una marca de renombre como esta no puede arriesgarse a una polémica generada por un jugador como el francés. Por ello, se ha sido mucho más duro y rápido que el propio West Ham con el objetivo de reducir al máximo el daño causado a la marca.
Algo así ya ocurrió hace unos meses en el Barça y confirma el poder que tienen las marcas. El caso que puede servir de ejemplo es el de Ousmane Dembélé y Antoine Griezmann. Ambos protagonizaron un vídeo donde aparecían riéndose, aparentemente, de unos trabajadores asiáticos. El vídeo se filtró en redes sociales y la comunidad japonesa lo tildó de racista.
Rakuten, uno de los principales patrocinadores del Barça, reaccionó a la vista de la presión de sus clientes. Y fueron tajantes contra Dembélé y Griezmann. El club catalán, ante el miedo de poder perder una marca como esa, acabó informando de una investigación y de su repulsa al vídeo en el que salían sus jugadores.
Ahora ha sido Adidas quien ha tomado cartas contra Zouma. Y está por ver si se desencadenan más varapalos comerciales para el jugador francés. El West Ham no ha querido separarse por completo y dos semanas servirán para el 'perdón'.
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