Nápoles y Fútbol Club Barcelona se enfrentan en los playoffs de la Europa League. Un partido que bien podría ser una eliminatoria de la fase final de la Champions. Dos clubes importantes y una gran serie de jugadores top. Entre ellos un Kalidou Koulibaly que se ha convertido en uno de los mejores centrales del mundo.
Su historia hasta llegar a la élite no fue fácil. Sus padres son migrantes que acabaron en Francia en busca de una vida mejor. De oportunidades para ellos y para su descendencia. El trabajo es una de las señas de identidad de la familia y desde muy pequeño el ahora deportista destacó tanto en los estudios como en el fútbol.
Aunque el deporte rey le ha llevado a ser uno de los nombres propios más importantes de la actualidad, también ha visto la cara más fea del fútbol. En Italia, sufrió un ataque racista por parte de los aficionados de la Lazio. Los cánticos y abucheos fueron tales, que el árbitro del encuentro paró el partido durante varios minutos.
De Senegal a Francia
El 20 de junio de 1991 vino al mundo Kalidou Koulibaly en Saint-Dié-des-Vosges (Francia). Él nació en suelo galo, pero sus orígenes se remontan al bello continente africano. A Francia llegaron sus padres desde Senegal. Decidieron abandonar África en busca de una vida mejor, pero sobre todo, en la búsqueda de mejores oportunidades para ellos, para Kalidou y para el hermano pequeño de este, Seoudou.
El ahora futbolista creció en Francia en una comunidad multicultural: "Cuando creces en este entorno, ves a todos como tu hermano. Somos negros, blancos, árabes, africanos, musulmanes, cristianos, sí, pero todos somos franceses. Todos tenemos hambre, así que vayamos a comer juntos a la comida turca. O esta noche, vayamos todos a mi casa y comamos comida senegalesa. Sí, tenemos diferencias, pero todos somos iguales".
Y allí, en Vosgues, fue al colegio y también se enamoró del fútbol. De él dicen que era un gran estudiante. Phillippe Pisso, uno de sus profesores por aquel entonces, ha llegado a afirmar que "Kalidou era un buen estudiante. Diligente, práctico y agradable". Tampoco le sorprendió que sea un deportista de élite: "Su éxito no me sorprende después de todo. Siempre habló de convertirse en futbolista profesional y trabajó para lograrlo desde la escuela".
Víctima del racismo
Koulibaly dio sus primeros pasos en el fútbol en las categorías inferiores del Saint-Dié y del Metz. De ahí a firmar por el Genk, donde debutó en la Europa League. Pero fue en 2014 cuando se produjo el gran paso adelante en su carrera. Aquel año firmó por el SSC Nápoles, club en el que actualmente milita y desde donde ha llamado la atención de algunos de los equipos más importantes de Europa.
En Nápoles también ha vivido la peor cara del fútbol. En el año 2016, durante un partido entre el conjunto napolitano y la Lazio, los aficionados rivales le abuchearon cada vez que tocó el balón. Pero, además, también le dedicaron unos cánticos que hicieron estallar el encuentro. El árbitro de aquel choque decidió parar el juego por lo que estaba sucediendo en las gradas.
El colegiado y los entrenadores de Nápoles y Lazio hablaron durante tres minutos sobre lo que estaba sucediendo. Tras este triste, a la par que lamentable episodio, el defensa utilizó sus redes sociales para agradecer el apoyo que le mostraron tanto el árbitro como sus compañeros y también los jugadores rivales. "Quiero agradecer a los jugadores de la Lazio, pero especialmente al árbitro Irrati por su valentía", comenzó escribiendo el futbolista.
"Agradezco a mis compañeros, al público y a nuestra afición, que han sido un gran apoyo ante estos feos cánticos. Quiero agradecer también a todos los mensajes de solidaridad que he recibido", sentenció Koulibaly. Después de esto, se produjo un movimiento en defensa del central, con imágenes de su cara y pancartas a su favor por el total rechazo al racismo que sufrió.
Estrella mundial
En lo más puramente futbolístico, el crecimiento de Koulibaly ha sido muy importante en las filas del Nápoles. Con los azzurri está disputando su octava temporada. En este tiempo ha ganado una Supercopa de Italia y una Coppa de Italia. Pero, además, se ha destacado su figura en designaciones individuales como sus cuatro presencias en el equipo del año de la Serie A o con el premio a mejor defensa de la liga italiana en 2019.
Con su más de 1,90 de estatura, su físico es imponente. Pero es su buen balance defensivo, su poderío y su juego aéreo le han llevado a ser uno de los centrales de moda en los últimos años. Es una gran baza en jugadas de estrategia y por su cuerpo y fuerza, también lo es en las jugadas de uno contra uno. Un potente futbolista que ha llegado a ser colocado en la órbita de clubes como el Real Madrid o el Barcelona.
Pese a los cantos de sirena que han llegado hasta el entorno del futbolista, Koulibaly, por el momento, continúa fiel a un Nápoles que le dio su gran oportunidad. Una decisión que está marcando su destino, igual que lo hizo el decantarse por la selección de Senegal en lugar de por Les Bleus.
Si acertó o no, nadie lo sabrá. Pero se decantó por Senegal, el país de sus padres, de toda su familia. Si hubiese sido intocable para Deschamps siempre será un misterio. Pero lo que es seguro es que consiguió tocar la gloria con Les Lions de la Téranga al conquistar la Copa África en este mismo año 2022.
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