Los principales estadios del fútbol europeo volverán a tener una imagen propia de hace dos años. Es decir, de desaparición completa de la Covid entre los aficionados. Los diferentes países ven el final de la sexta ola de contagios y los clubes deportivos serán unos de los grandes beneficiados. Con la Premier League como locomotora con el rechazo a cualquier reducción, ligas como la alemana ya han adelantado el fin de estos 'castigos' por los datos sanitarios.
La Premier League siempre fue una referencia en cuanto a la gestión del público. El gobierno de Boris Johnson comenzó con la Eurocopa y desde entonces ha sido quien ha defendido con mayor fuerza el aforo del 100%. Sus clubes no han sufrido y únicamente han ido variando las medidas de seguridad como la necesidad de un test negativo o un certificado de vacunación.
Tras la Premier, España puede haber sido una de las que menos restricciones ha impuesto al público. Inició la temporada con un 40%, acabó ascendiendo hasta el 80% y llegó a disfrutar del 100%. Sin embargo, con la llegada de la variante ómicron ele scenario se redujo hasta el 75% en un nuevo revés para los clubes. La última reunión del Consejo Interterritorial ya ha marcado para el 4 de marzo la vuelta del aforo completo a todos los recintos.
Ese mes de marzo será un antes y un después. Alemania, por ejemplo, ha indicado también que en marzo se prevé que decaigan la mayoría de las restricciones. Y, con ellas, la vuelta del público a los estadios de forma masiva será viable. Por el momento, después de hacer que equipos como el Bayern jugaran a puerta cerrada, se ha flexibilizado el control con un tope de 25.000 espectadores en determinados campos.
Una medida similar a la de Francia, que llegó a reducir hasta los 5.000 espectadores las primeras semanas de enero. Con la imposición de la vacunación obligatoria para acceder, esas restricciones decaen. Italia, la otra gran liga europea, también pondrá a finales de marzo el aforo al 100% después de pasar en los últimos meses del 50% al 75%.
El peso económico
Las cuentas de los diferentes clubes se vieron afectadas desde el primer momento por la pandemia. Así, la UEFA llegó a cifrar en más de 4.000 millones de euros el impacto del coronavirus. Clubes como el Barça, además de por una mala gestión, tuvieron pérdidas de 500 millones de euros el año pasado. Y entidades de otras ligas como la italiana o la inglesa también tuvieron que hacer frente a los números rojos.
En gran parte, esa reducción de ingresos y empeoramiento de las cuentas llegó como consecuencia de los estadios cerrados. Sin esa fuente de ingresos fundamental para las arcas de los equipos, la planificación de los clubes tuvo que reorganizarse. A lo largo de estos dos años, los equipos no han podido fijar con exactitud los ingresos al estar siempre dependiendo de la pandemia y las restricciones. Ahora, con el 100% que regresará en marzo, podrán explotar el rendimiento económico de sus gradas en el tramo más importante de la temporada.
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