En tiempos de la Unión Soviética, el deporte fue reorganizado en base a las principales instituciones del gobierno comunista. El fútbol, el baloncesto y otras disciplinas iban a ser controladas por el poder para evitar que los nacionalismos de pueblos ocupados se extendieran a través de ellas. Eso hizo nacer a clubes históricos como CSKA de Moscú o Dinamo de Moscú, que ahora se ven afectados por el conflicto Rusia - Ucrania.
Jugadores y entrenadores extranjeros están huyendo de Rusia tras iniciarse la invasión a Ucrania. También futbolistas rusos han mostrado su rechazo contra las decisiones de Vladimir Putin. La imagen del deporte ruso, que en el pasado estuviera tan ligado a los líderes de la URSS, queda gravemente dañada por la guerra actual y toda una historia ligada al comunismo.
CSKA y Dinamo son los clubes con más historia del deporte ruso. Ambos fueron creados a comienzos del siglo XX como sociedades deportivas y en Moscú, el centro del régimen soviético. En 1923 fueron vinculados a los dos emblemas de la seguridad de la URSS: el Ejército Rojo (CSKA) y la OGPU, la policía secreta (Dinamo).
Los caballos del CSKA
El CSKA de Moscú era el equipo adjunto a las fuerzas militares soviéticas y así se mantuvo hasta que cayó el Telón de Acero. Esa condición le convirtió en el club más poderoso del Estado federal, ya que se podía permitir fichar a cualquier jugador por ley: todo ciudadano soviético de la época podía ser militarizado, incluidos futbolistas y baloncestistas, en cuyo caso era porque sus aptitudes interesaban al club del ejército.
Los caballos (Koni, en ruso) dominaron hasta la disolución de la Unión Soviética: campeones de 24 ligas de baloncesto y siete de fútbol. En la sección de basket, en 1966 se nombró entrenador a Alexander Gomelski, coronel que siempre estuvo vinculado a clubes del Ministerio de Defensa. En 1997 fue nombrado presidente. Sobre el apodo de caballos varían las versiones sobre si era porque muchos de sus jugadores iban destinados a la caballería o porque su primer estadio fue construido sobre un viejo hipódromo.
Dinamo: deporte-cuerpo policial
El Dinamo de Moscú fue considerado el equipo del Ministerio del Interior. Es la asociación deportiva y de entrenamiento físico más antigua de la URSS, siendo fundada en 1923 por un grupo de oficiales y miembros de la OGPU bajo el título original 'Sociedad proletaria de Moscú Dynamo'. El jefe de las fuerzas de la policía secreta, Leonid Nedolya Goncharenko, participó en su creación.
La sección de fútbol fue la primera en organizarse, aunque para 1971 se comprendían un total de 45 disciplinas deportivas dentro de la sociedad Dinamo. En la Unión Soviética siempre estuvo bajo el control del cuerpo policial, ganando la primera liga de fútbol de la URSS y un total de 11 campeonatos. Dinamo y CSKA siempre rivalizaron para ver cuál era la gran potencia comunista en el deporte.
Clubes de sindicatos y rebeldes
El gobierno comunista también intentó que todos los clubes estuvieran ligados a clases sociales (caso del Lokomotiv de Moscú -industria del ferrocarril- o el Torpedo de Moscú -del automóvil-), pero algunos resistieron como detractores del poder soviético. Es el caso del Spartak de Moscú, popular fuera de la capital y conocido en aquella época como el 'equipo del pueblo'. Actualmente, el Spartak se ha visto afectado por el conflicto en Ucrania siendo expulsado de la actual edición de la Europa League. Era el único club de fútbol ruso con presencia en torneos europeos a estas alturas del curso.
En baloncesto también ha habido importantes medidas, expulsando la Euroliga de forma temporal a los tres equipos rusos de la competición: Zenit de San Petersburgo, Unics Kazán y CSKA. "No acusamos a nuestros equipos rusos o a sus direcciones de ninguno de estos acontecimientos. Desafortunadamente, la gravedad de la situación no nos deja otra opción", justificaba Jordi Bertomeu, director ejecutivo de la organización.
Huída general
El rechazo de las competiciones y el terror provocado por las imágenes que llegan desde Ucrania han generado un éxodo de jugadores y personal de los clubes rusos. En caso de CSKA y Dinamo de Moscú, los clubes del ejército y la policía de la antigua URSS, se agrava por ese vínculo pasado con las fuerzas de seguridad.
Tornike Shengelia, jugador georgiano de baloncesto, fue claro en ese aspecto a la hora de anunciar que se iba del CSKA: "Tomo esta decisión en señal de protesta contra la invasión de Rusia a Ucrania y no considero posible continuar jugando para el club del ejército ruso". Le siguieron Iffe Lundberg, Marius Grigonis, Johannes Voigtmann y Joel Bolomboy.
En el Dinamo de Moscú, en el equipo de fútbol, se ha producido la salida de Andriy Voronin, de 42 años. Actualmente era el entrenador asistente, pero también formó parte de la entidad como jugador (2010-2014) y es recordado como uno de los mejores futbolistas de la historia de Ucrania.
Voronin renunció al cargo mandando un mensaje a Putin: "Quizás sólo quiere estar en los libros de historia, pero nunca estará... o como mucho como un criminal. Detengan a ese hijo de... y ayuden a los refugiados. Envíen armas para que podamos defendernos. Estoy muy orgulloso de nuestro país. Tenemos hermosas ciudades y grandes personas. Seguiremos luchando y ganaremos, pero el precio es tan alto. Tantos muertos... Vivimos en 2022 y no en la Segunda Guerra Mundial. Tengo amigos en Járkov, en Kiev y en mi ciudad natal de Odesa. Recibo mensajes cada cinco minutos. Es difícil de soportar. Sólo quiero ayudar con dinero o lo que sea. No sé si debería decirlo pero, si estuviera en Ucrania ahora mismo, probablemente tendría un arma en la mano".
No solo los extranjeros repudian los actos en Ucrania empujados por las órdenes de Putin. Fedor Smolov, internacional ruso y futbolista del Dinamo que pasó por las filas del Celta de Vigo, dijo "¡no a la guerra!" a través de sus redes. El fútbol se pone en contra de la guerra también en Rusia.
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