El Atlético de Madrid se ha asentado en los últimos años como uno de los tres grandes clubes del fútbol español. Su lucha por el título de La Liga y su crecimiento en competiciones como la Champions así lo respaldan. Sin embargo, sigue lejos de Barça y Real Madrid en materia de control de aficionados. El club rojiblanco, pese a los incidentes e incluso delitos de su grupo radical, es el único de los tres principales equipos que no ha expulsado a esta 'organización' de su grada.
Los incidentes que envuelven al grupo ultra del Atlético de Madrid son varios históricamente. Está el caso de Aitor Zabaleta, aficionado de la Real Sociedad asesinado en 1998 por un radical que formaba parte de una de las facciones del Frente Atlético. Y el más reciente de Jimmy, quien en una pelea de ultras del Deportivo y el Atlético acabó perdiendo la vida aún sin culpable indentificado. Pero, por si fuera poco, los incidentes de menor grado se han mantenido en el tiempo.
El equipo juvenil del Real Madrid fue testigo de la actitud de los ultras rojiblancos. Concretamente Peter González, jugador de 19 años de origen dominicano que recibió insultos racistas desde la grada en la que se situaban los fieles colchoneros. Insultos y cánticos imitando el sonido del mono con el objetivo de intimidar al canterano merengue. Peter, pese a su descendencia dominicana, nació en Madrid en 2002 y se formó en la cantera de un club como el Getafe.
Los hechos no fueron denunciados al instante y el partido pudo seguir su curso. El Atlético no denunció los hechos ni durante ni tras el duelo. Y días después, pese a las críticas recibidas, no ha emitido ninguna condena pública sobre lo acaecido en el duelo de la UEFA Youth League. "El Retiro es español, no un parque de Ecuador" fue una de las consignas que se escucharon en la grada.
La presión sobre el club para que tome acciones continua, más todavía a la vista de su escasa reacción. La diferencia de gestión con Real Madrid y Barça se acrecenta y los acercamientos de la entidad con este tipo de grupos cobra cada vez mayor gravedad.
El Atlético, pese a las polémicas que acompañan al grupo, se reunió con algunos de sus representantes durante la crisis de la Superliga. Tras la eliminación de Copa del Rey del pasado mes de enero, hubo un nuevo encuentro para analizar la crisis del equipo tal y como publicó Marca. Y después de ese partido ante el Real Madrid Juvenil, Fernando Torres agradeció el apoyo "a toda la afición atlética" que se desplazó al Alfredo Di Stéfano para ver el encuentro.
Madrid y Barça, 'limpios' de ultras
La relación del Atlético de Madrid con sus ultras es muy diferente a la que mantienen Real Madrid y Barcelona. Especialmente porque ninguno de los dos clubes cuenta con radicales en sus gradas. El conjunto catalán marcó un precedente en el fútbol español cuando Joan Laporta, durante su primera etapa, expulsó a los Boixos Nois. Florentino Pérez, en su segunda etapa, hizo lo propio con Ultras Sur.
Ambos presidentes se enfrentaron a amenazas que llegaron hasta a su entorno. Y, pese a la influencia que tenían ambos grupos en el ambiente de sus equipos, siguieron adelante con su expulsión del Camp Nou y Santiago Bernabéu. Una postura que dista mucho de la del Atlético de Madrid, que sigue dejando en manos de este grupo tanto la grada de animación como el ambiente del Wanda Metropolitano.
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