La Premier League ha suspendido sus acuerdos televisivos con Rusia tras la reciente invasión de Ucrania. La competición británica, gracias al apoyo unánime de todos sus clubes, ha tomado la decisión de separarse por completo de la empresa Okko Sport. Además, se ha anunciado la donación de un millón de libras para apoyar al pueblo ucraniano tras el inicio de la guerra.

"La Premier League y sus clubes han acordado hoy por unanimidad suspender nuestro acuerdo con el socio de transmisión ruso Rambler (Okko Sport) con efecto inmediato y donar 1 millón de libras para apoyar al pueblo de Ucrania. La Liga condena enérgicamente la invasión rusa de Ucrania. Hacemos un llamamiento a la paz y nuestros pensamientos están con todos los afectados", han indicado en una nota.

El millón de libras donado se realizará a través del Comité de Emergencia de Desastre para "entregar ayuda humanitaria directamente a los necesitados". Esta medida se suma a las ya tomadas de mostrar la bandera ucraniana antes de los partidos o sacar los colores de su bandera en los brazaletes de los diferentes capitanes.

La Premier League rompe así un importante acuerdo comercial con tal de mostrar su condena al ataque ruso a Ucrania. Una postura tajante que el mismo fin de semana provocó que la liga británica recibiera el veto de China. El gigante asiático comunicó a los dirigentes de la competición que esa jornada no sería retransmitida. Una reacción a los numerosos mensajes en pro de Ucrania que se iban a mostrar.

También destaca que el acuerdo de suspender las relaciones comerciales con Rusia se haya producido por unanimidad. Especialmente por la situación del Chelsea, club que próximamente cambiará de propietario tras la renuncia del magnate ruso Roman Abramovich. La entidad busca nuevo liderazgo y ya está en el mercado para cambiar de manos casi 20 años después.

El caso del Chelsea

Roman Abramovich siempre ha estado muy ligado a Vladimir Putin y en más de una ocasión se vinculó su compra del Chelsea a una orden del Kremlin. Tras el estallido de la invasión de Ucrania, el club blue quedó en el centro de todos los focos. Roman Abramovich, en plena oleada de sanciones, estuvo igualmente señalado. Tuvieron que pasar varios días para que llegaran las medidas en la entidad.

Abramovich primero se apartó de la gestión del club y dejó todo en manos de la fundación. Poco después, tras numerosos rumores, confirmó que ponía el club a la venta. Además, el oligarca ruso anunció que los beneficios de esa transacción se destinarán a las víctimas de la invasión ucraniana.

El Chelsea, pese a ese cambio de rumbo, no se ha conseguido apartar plenamente del ruso. Numerosos aficionados corearon el nombre de Abramovich en el último partido de la Premier League cuando se realizaba el homenaje a Ucrania. Una actitud que podría repetirse en el futuro y que contrasta con la contundencia de la liga.





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