La cuenta atrás de Alphonso Davies (Ghana, 2000) para volver a los terrenos de juego ya ha comenzado. El jugador del Bayern Múnich tuvo que parar tras sufrir una miocarditis consecuencia de la Covid-19. Una baja que corrientes antivacunas asociaron con las dosis recibidas por el jugador para acrecentar el miedo sobre el antídoto. Sin embargo, el mismo club alemán explicó en su día que derivaba del virus y no de la vacuna.
El caso de Alphonso Davies, además, contrasta con el de Josua Kimmich. Y es que el Bayern Múnich puede haber sido uno de los clubes de élite más afectados por el virus. El jugador alemán se mostró contrario a la vacuna por la falta de estudios. Pese a que el club anunció que le quitarían parte del salario, él se mantuvo firme en sus convicciones. Poco después sufrió la Covid y, tras ello, le detectaron unas infiltraciones que le alejaron de los terrenos de juego varias semanas.
Los dos jugadores han sufrido en los últimos meses la cara más dura de la Covid en el ámbito deportivo. Kimmich primero recibió el respaldo de las corrientes antivacunas por su férrea negativa a recibir alguna dosis. Tras sus problemas de salud y su decisión de vacunarse, ese apoyo desapareció. Alphonso Davies, tras su miocarditis, fue utilizado como ejemplo de efectos adversos de la vacuna. Sin embargo, la explicación real a su problema fue la Covid y no el antídoto.
Los dos jugadores superaron los problemas y continuarán jugando al fútbol. Los dos lo harán después de haberse vacunado. Y, además, ambos habrán superado la Covid-19.
La miocarditis de Davies
El jugador de 21 años fue uno de los contagios que se produjeron en época navideña. Por lo tanto, todo hace indicar que la variante ómicron fue la causante de sus problemas. Su positivo por Covid se anunció el 5 de enero. "El canadiense se encuentra bien y en aislamiento domiciliario", subrayó el cuadro alemán en un comunicado oficial. Sin embargo, días después llegó la alerta.
El 14 de enero el club germano confirmó la baja de Alphonso. "En el caso de Phonzy es que ayer, en las pruebas posteriores que le hacemos a los jugadores que tuvieron coronavirus, hemos encontrado leves señales de una miocarditis, una inflamación del músculo del corazón", explicó el técnico Julian Nagelsmann en la rueda de prensa.
"No puede entrenar hasta nueva orden. Tampoco estará disponible las próximas semanas. Esta miocarditis no se vio de forma tan dramática en la ecografía, más bien es una señal de una miocarditis. Tiene que curarse y eso tarda un cierto tiempo", indicó el técnico, que hasta la fecha no ha podido volver a contar con Davies.
En los últimos días su presencia en los entrenamientos se ha intensificado. "Los peligrosos marcadores del corazón casi han desaparecido", explicaron desde el Bayern hace apenas unas semanas. Sus imágenes con el resto de compañeros y los plazos seguidos hacen indicar que el canadiense estará de vuelta más pronto que tarde.
Davies, como muchos otros futbolistas, fue utilizado por corrientes antivacunas para publicar fake news. Un caso similar al de Eriksen, el jugador danés que se desplomó en pleno partido de la Eurocopa. El por entonces mediocentro del Inter ni estaba vacunado ni había pasado la Covid-19. Por lo tanto, su problema de salud fue completamente ajeno a la pandemia.
El caso de Kimmich
Frente al caso de Alphonso Davies, cuya miocarditis se intentó asociar al hecho de haber recibido la vacuna, está el de Joshua Kimmich. El jugador del Bayern fue uno de los rostros más conocidos del deporte en posicionarse en contra del antídoto. Kimmich no dudó en explicar su postura en diversas ocasiones: hasta que no hubiera estudios de larga duración, no recibiría ninguna dosis.
Ni la presión social ni del mismo Bayern sirvieron para cambiar su postura. Solo el mismo Covid logró modificar su parecer. El germano se contagió el 24 de noviembre en plena escalada de positivos. El 9 de diciembre, tras las primeras pruebas físicas, el Bayern anunció que sufría una serie de "leves infiltraciones" en el pulmón que le apartaron de los terrenos de juego hasta 2022.
Apenas tres días más tarde, el 12 de diciembre, se hizo oficial que Kimmich había aceptado vacunarse. Sus problemas pulmonares, por lo tanto, fueron consecuencia del coronavirus y no de una vacuna que había rechazado. Como en el caso de Davies, las dosis contra el virus no tuvieron nada que ver.
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