El Gobierno británico continuará con el control de cada movimiento que realice el Chelsea hasta que Roman Abramovich deje de ser su propietario. El magnate ruso, uno de los muchos sancionados por sus vínculos con Vladimir Putin, tiene congelados todos sus activos en el país. El ministro de Deportes ha subrayado que aunque las sanciones perjudiquen a los aficionados, deben mantenerse porque es un caso excepcional.
Nigel Huddleston, después de nuevas reuniones con los representantes de los aficionados blues, ha asegurado que el diálogo con estos grupos es "constante". Sin embargo, en esos encuentros les ha trasladado que "Roman Abramovich ha sido sancionado y eso claramente ha tenido implicaciones". En declaraciones recogidas por Daily Mail, el encargado de dicha cartera ha reconocido que la situación "tendrá un impacto" para todas las partes.
El ministro de Deportes ha destacado que se han realizado ya "modificaciones razonables" para "permitir que los aficionados se comprometan con el club y continúen lo más parecido posible" a los momentos previos a la sanción. Entre otras cosas, por ejemplo, se permitirá la asistencia de público en el duelo ante el Real Madrid en la ida de Champions League.
Sin embargo, ese escenario es compatible con mantener las sanciones. "Debemos ser muy cuidadosos para asegurarnos de que no haya una generación de nuevos ingresos incrementales que sea parte de las sanciones". Simplemente lo han "moderado", pero en los partidos de la Premier League será "difícil". El mensaje de Huddleston a los aficionados es que "esto no es lo de siempre" y que se vive un escenario "diferente porque el dueño del club ha sido sancionado".
El ministro ha repetido que deben asegurarse de que "las sanciones se cumplan en la mayor medida posible" y que, debido a las sanciones a Abramovich, es que "habrá consecuencias y algunos inconvenientes temporales para los aficionados". "Hemos tratado de hacer todo lo posible para ayudar a los aficionados", ha remarcado.
'Siempre va a haber algunas consecuencias que causen algún inconveniente. Lo siento por los aficionados por eso, pero ya sabes, eso es parte de ser sancionado, no es lo de siempre", ha explicado el ministro de Deportes tras esos encuentros con los representantes de los aficionados.
El cambio de propietario
La situación del Chelsea es histórica por las sanciones a su propietario. Roman Abramovich esperó demasiado para vender el club y dejar de ser su propietario. Después de numerosos días de especulaciones, el oligarca ruso anunció que ponía en venta la entidad para no provocar ningún problema al equipo de fútbol. Sin embargo, su decisión llegó tarde.
Reino Unido, en una batería de medidas contra los oligarcas, congeló los activos de Roman Abramovich. Por lo tanto, el Chelsea actual no puede generar ingresos ni realizar ningún movimiento sin que el Gobierno lo analice. El traspaso de la nueva propiedad se realizará según los tempos que marque el ejecutivo.
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