Real Betis y Valencia CF. Manuel Pellegrini y José Bordalás. Dos equipos muy diferentes y dos estilos muy marcados. La final de la Copa del Rey será una batalla táctica en la que ganará el que mejor sepa contrarrestar las virtudes del otro. Son mundos opuestos en uno y otro banquillo, donde la batalla será por todo lo alto.
Pellegrini y Bordalás son dos grandes defensores del estilo. Cada uno del suyo. De la posesión del balón que define a los equipos de técnico chileno a la intensidad y compromiso que siguen los del alicantino. Sellos que no se discuten y que colisionan este sábado (22:00 horas) en el césped de La Cartuja.
Son la noche y el día hasta el punto de diferenciarse el modo en el que se ven de fuera sus formas de dirigir. A Pellegrini le han elogiado durante toda la temporada, hasta el punto de decirse que su Betis el equipo español con mejor fútbol de la temporada. A Bordalás le han caído más críticas, sobre todo dirigidos desde contrarios. Donde sí coinciden es en el único objetivo posible: ganar la final.
Pellegrini: la posesión no se negocia
Pellegrini suele apostar por el 4-2-3-1, aunque tampoco hay que descartar que pase a un 4-4-2 con la misión de presionar al rival en la salida del balón. Inamovible es la presencia de dos mediocentros, así como dos laterales de largo recorrido.
Será definitoria la aportación defensiva y táctica de uno de los puntales del concepto de Pellegrini, el argentino Guido Rodríguez, básico en el corte y en la inteligencia en la lectura de los partidos y de cuyo rendimiento dependerá en mucho el desenlace del partido.
Junto a Guido, el portugués William Carvalho, liberado de corsés defensivos y que ha logrado con Pellegrini dar rienda suelta a su creatividad en conexión con la zona de delante bética, en la que la confianza del chileno se ha traducido en su capacidad de marcar y de hacerlo con el talento de un goleador caro.
Héctor Bellerín y Álex Moreno serán por las bandas los que traten de ensanchar eel campo y romper el bloque defensivo de Bordalás. El movimiento del balón empezará desde atrás, desde el meta Claudio Bravo y desde un centro de la defensa que deberá sumar en la creación. Marc Bartra es el hombre ideal para ello.
Quienes potenciarán el ruede del balón y se encargarán del último pase serán Nabil Fekir y Sergio Canales. Lo esperado es que se les sume detrás del punta, el 'Panda' Borja Iglesias, el hombre gol del equipo, Juanmi. Sus movimientos pueden ser estacadas para el equipo de Bordalás. En el banquillo, Pellegrini se guardará el peso de Joaquín.
Bordalás: ventaja desde el físico
El Valencia se presentará en La Cartuja con el recuerdo todavía reciente de la Copa gana hace tres años al Barça. El equipo che ha dado un vuelco, pasando de las manos de Marcelino a las de Bordalás. El técnico alicantino es un hombre del 4-4-2, aunque igual sorprende con una defensa con tres centrales como ha hecho en varios de los últimos partidos.
La tensión en el equipo che reposa sobre la disponibilidad de Gabriel Paulista. La presencia o ausencia del brasileño no se conocerá muy probablemente hasta última hora, siendo Omar Alderete y Mouctar Diakhaby los dos hombres que espera tener paso en el eje de la zaga.
Bordalás espera a Paulista para ordenar su pizarra. Hugo Guillamón podría jugar en la retaguardia o en el centro del campo dependiendo de ello. Como también podría entrar en la medular Ilaix Moriba si el entrenador ha de retrasar a su '6'. En el juego físico del equipo valenciano será importante el potente Thierry Correia en banda izquierda, al que podría acompañar por delante Dimitri Foulquier.
El capitán Gayá, desde banda izquierda, y Carlos Soler serán los que deban mover la bola en su lado, siendo Gonçalo Guedes y Bryan Gil los hombres de ataque, con la duda de si Hugo Duro partirá de inicio o no. Paulista provocará un efecto dominó esté o no en el campo.
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