El mercado de fichajes ha dado un importante vuelco tras la decisión de Kylian Mbappé. El jugador de fútbol mantuvo dos acuerdos distintos con Paris Saint-Germain y Real Madrid hasta el último momento, a pesar de que desde el 1 de enero ya podía firmar por cualquier club. Además, las cantidades de su posible traspaso el verano pasado las recibirá el mismo futbolista en forma de prima de fichaje. Esta fórmula la están usando otros profesionales que acaban contrato e incluso los que lo tienen en vigor.
Si en agosto el Madrid estaba dispuesto a pagarle 200 millones al PSG por el traspaso de Kylian, esos 200 millones ahora pueden ser para el jugador ya que no hay traspaso. Ese fue el planteamiento que hizo el entorno de Mbappé al sentarse en la mesa con las dos entidades. Además, el delantero galo firmaría un contrato más que suculento y conseguiría un porcentaje más alto de derechos de imagen. En esta pelea, los parisinos ganaron finalmente.
En solo unos días se ha visto como dos jugadores han seguido la misma vía que abrió Mbappé: Aurelién Tchouaméni y Boubacar Kamara. El primero es deseado por Real Madrid y Liverpool, mientras desde Francia aseguran que existen preacuerdos con las dos entidades aunque tiene contrato vigente con el AS Mónaco. El segundo ya ha resuelto su futuro tras acabar contrato con el Olympique de Marsella: se va al Aston Villa. Tenía acordado su porvenir con varias entidades entre las que estaba el Atlético.
El camino de Mbappé
Es evidente que la industria del fútbol camina hacia un escenario nuevo. El 63% de los futbolistas que cambiaron de club en 2020 lo hicieron como agentes libres al terminar su contrato con su actual club, según datos de la FIFA. A todo esto ha contribuido la crisis por la Covid-19, que hizo que los clubes esperaran a los futbolistas para no tener que pagar un traspaso por ellos. Ahí han entrado en juego los agentes y los entornos de los futbolistas.
Mientras los organismos internacionales intentan frenar las comisiones que reciben, los agentes libres tratan de conseguir el dinero que antes se ponía encima de la mesa por un traspaso en forma de una prima de fichaje. No son públicas las cifras que va a cobrar Mbappé por quedarse en París, pero todos apuntan a que estas son lo suficientemente grandes como para haber cambiado de opinión. Él justifica su fluctuación de querer irse del PSG a renovar con el proyecto.
"Hay que cambiar el fútbol. El mundo del fútbol ha cambiado y vienen cosas. No demando grandes cosas. Quiero gestionar mi carrera como me corresponde y con los valores que yo he aprendido. No voy a revolucionar el fútbol. No es mi objetivo. Ya he tenido problemas en mi carrera. Es una cosa más simple", exponía Mbappé en la rueda de prensa que ha tenido lugar este lunes tras la firma de su renovación con el conjunto francés.
Al no verse obligado su nuevo club a pagar un traspaso por ellos, pueden negociar salarios más elevados, primas de fichaje millonarias y mejores comisiones para sus agentes. Así es como Erling Haaland también ha obligado al Manchester City a incluir una cláusula de salida en dos temporadas pagando una determinada cantidad, para de esa manera tener su destino en sus manos, tal y como informan desde Inglaterra y Alemania. El noruego también lo hizo con el Borussia Dortmund.
Ante esta situación son muchas las voces dentro del fútbol que piden a la FIFA que legisle esta cuestión de alguna manera, argumentando que el dinero de los traspasos ya no circula entre los clubes con el consiguiente debilitamiento de la industria. Los futbolistas ya no quedan libres, son libres aunque tengan un contrato. Son empresas de igual manera que un club. Las nuevas estrellas quieren quedarse con todo el pastel.
Tchouaméni y Kamara
La cuestión es que no solo pretenden hacerlo las grandes estrellas, también los jugadores que prometen y ven una posibilidad abierta para llevarse una porción más grande del pastel. Un nuevo caso se ha abierto con Boubacar Kamara. Este desconocido centrocampista para el gran público, más allá de los amantes de la Ligue-1, abrió un cisma entre varias entidades al llegar a sendos acuerdos verbales con todas ellas.
Al no haber un compromiso claro firmado, el joven jugador francés tenía la sartén por el mango para decidir dónde jugar. ¿Qué primó más? El dinero. Kamara podía disputar la Champions League con el Atlético de Madrid. Tenía opciones de dar un salto a un club histórico con otros equipos de la Premier League. Pero la propuesta del Aston Villa ha sido superior. El mismo futbolista anunció a bombo y platillo su no renovación en 'Telefoot'.
Tchouaméni podría hacer algo similar en las próximas semanas. El jugador negocia a dos bandas con Liverpool y Real Madrid, mientras que el AS Monaco espera ingresar una buena cantidad de dinero por su traspaso. Podría aguantarle más tiempo, ya que no termina contrato hasta 2024, pero parece inevitable su salida. Ambos pugnan fuerte por el centrocampista que ha maravillado esta temporada a toda Europa. El genio de Rouen será el siguiente gran movimiento de un jugador en este mercado de verano.
El equipo blanco también firmará un jugador más que siguió esta fórmula, pero no le salió tan bien. Antonio Rüdiger tuvo que reducir sus pretensiones iniciales. El central se puso en el mercado tras decidir no renovar con el Chelsea FC, pero no fue hasta hace unas semanas cuando llegó a un acuerdo con el Real Madrid. De hecho, los merengues también hicieron su gran fichaje del pasado verano como agente libre. Ese fue David Alaba.
[Más información: El plan B del Real Madrid tras el rechazo de Mbappé: los fichajes de Tchouaméni y de un delantero sorpresa]