La segunda jugadora de fútbol transgénero federada en España ha dicho basta este martes, coincidiendo con el Día Internacional del Orgullo LGBTI+. Valentina Berr anuncia su retirada por culpa de la transfobia que sufrió durante su carrera, como ha explicado en el comunicado que ha compartido en sus redes sociales. La jugadora de 28 años del CE Europa, que ha ascendido esta temporada a la Segunda División femenina, necesita "preservar su salud mental".
Berr explica que "no podía aguantar más los ataques de pánico y de ansiedad que estaba sufriendo cada vez más a menudo en los últimos meses", por culpa del trato que recibía de "instituciones, medios de comunicación y, también, mucha gente que se dedica a acosar a personas que se salen de la norma". La futbolista nacida en Ripollet ha pasado por el Levante Las Planas y por el Europa, además del Terrassa en el que debutó.
La jugadora de fútbol transgénero lamenta la carga de sentirse "permanentemente sospechosa" a la hora de cumplir los límites de testosterona para formar parte de un equipo femenino. Pero sobre todo carga contra los comentarios que ha tenido que aguantar en los que se insinuaba que era un peligro en los vestuarios para las más jóvenes calificándola de "señor que se hace pasar por mujer para abusar niñas". Esto ha sido demasiado para la segunda futbolista con esta condición tras Alba Palacios.
Valentina Berr explica que nunca quiso "que este día llegara", pero que lleva "meses necesitando que llegue". "No cuelgo las botas, me las cuelgan. (...) Llevo 4 años sufriendo en silencio el odio y la violencia estructural contra las mujeres trans", señala. "Psicológicamente, no he podido soportar la presión de ser permanentemente sospechosa, y de estar obligada a cumplir el límite de testosterona (que muchas compañeras que no son trans pueden sobrepasar de largo). O que haya cientos de mensajes en redes insultándome y humillándome", continúa.
El CE Europa se posiciona abiertamente contra el racismo, el fascismo, el machismo, la homofobia y el bullying. Por ello, publicó un escrito denunciando la situación de la futbolista, de la que se despiden ya que no puede soportar más esta presión: "No podemos hacer más que lamentar y condenar la situación vivida por la jugadora y rechazar de lleno y categóricamente cualquier LGTBIfobia, transfobia o cualquier tipo de discriminación en el deporte y la sociedad".
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Berr no se ha querido olvidar de sus compañeras, de sus rivales y de los varios clubes en que ha jugado. Les ha agradecido el apoyo recibido y la comprensión ante la diversidad sexual en el mundo del fútbol: "¡Somos lesbianas, heteros, bisexuales, chicas muy masculinas, chicas muy femeninas, también chicas trans e incluso chicos trans! El fútbol femenino, lejos de ser exclusivo, es rico y procura abrazar a toda aquella persona que desea formar parte de él".
"Ha sido y es un Orgullo poner el cuerpo para que las futuras generaciones lo puedan vivir con menos dolor, menos obstáculos y menos violencia. Que puedan vivir algo como el fútbol como lo que es: fútbol", sentencia el comunicado. Así cierra su etapa como federada una de las pioneras en el fútbol femenino español siendo transgénero.