Hace tiempo que el fútbol español se acostumbró a recibir a extranjeros que se convierten en accionistas mayoritarios de clubes de La Liga. Hoy son 14 los que mandan entre los de Primera y Segunda División. No tardará en seguir subiendo esa cifra, como marca la evolución de los últimos años.
Es curioso que cuando arrancó la temporada 2010/2011 solo había dos propietarios de otros países en el fútbol profesional español. Eran Gino Pozzo, el italiano que cogió el Granada en Segunda B y logró subirlo a Primera -esa campaña jugó en 2ª-, y Nasser Al Thani, que recién aterrizaba en el Málaga entre focos y flashes.
Doce años después, el registro alcanza una cifra histórica. Siete veces más que al comienzo de la década pasada. Los últimos en llegar, tres, lo han hecho en un lapso de apenas un mes: Jorge Mas (Real Zaragoza), Jeff Luhnow (Leganés) y Alejandro Irarragorri (Sporting de Gijón).
20 empresarios diferentes -o grupos empresariales- han aterrizado en La Liga desde 2009. Cinco de ellos se fueron y uno solo, el del Alcorcón (el estadounidense David Blitzer, su copropietario), ha caído de Segunda y no entra en la cuenta de 14. La duda de siempre es si se pueden contar más éxitos que fracasos.
Por efímeros y el sabor amargo que dejaron en su rastro, hay dos a destacar. Uno es Federico Souza, el argentino que compró el Xerez en 2010 y lo dejó a los meses pasando totalmente inadvertido. Aunque si le preguntan a los aficionados del Racing, hubieran preferido eso al fraude que fue el paso del indio Ahsan Ali Syed por su accionariado en 2011.
La otra cara de la moneda es el anteriormente citado Gino Pozzo, que al frente de su familia es dueño del Udinese y del Watford y lo fue durante siete años del Granada. Devolvió al club nazarí a la élite y lo vendió por 25 veces más que lo que le costó a él. El belga Duchatelet (Alcorcón) y el alemán Claassen (Mallorca) fueron puentes hasta otros dueños extranjeros.
Los 14 actuales se dividen en dos continentes: siete de Asia (dos de Qatar y China y uno de Singapur, Arabia Saudí y Emiratos Árabes) y siete de América (tres de Estados Unidos, dos de México y uno de Brasil y Argentina). Ni rastro de dueños europeos que no sean españoles.
Entre millones y dudas
Que un tercio de los propietarios de los clubes de Primera y Segunda sean extranjeros es llamativo. Aún así no se alcanzan todavía los niveles de la Premier League, donde 15 de 20 son de fuera de Inglaterra. El caso de las ligas británicas y españolas es la representación de cómo el fútbol se ha convertido en la última década en un atractivo para multimillonarios, especialmente los asiáticos y los americanos.
[La Premier League menos inglesa: el 15-5 de los dueños extranjeros que abre una brecha en Europa]
En 2021, según un estudio del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, la inversión extranjera en el deporte español alcanzaba la cifra récord de 278 millones de euros. De eso el fútbol capitaliza la mayor parte, incluyendo también accionistas que no son los mayoritarios pero aportan al capital de los clubes en los que están metidos.
Alguno no se fía todavía de ellos. "El fútbol nacional está en manos de los mercados extranjeros y no sé qué piensa esta gente del negocio del fútbol. Vamos para atrás", analizaba el agente Rafael Anguita para EL ESPAÑOL en un reportaje sobre el mercado de fichajes actual.
Su mirada hacia el horizonte es con pesimismo: "Primero por la situación rusa, la situación económica de China... Ahora después del campeonato del mundo los países árabes cerrarán el grifo, al haber conseguido el objetivo de organizarlo. Esto va a ser un problema económico grave", decía.
Hasta ahora han sido más noticia por polémicas que por buenas gestiones. El más mediático de todos, Peter Lim, que invirtió casi 100 millones en el Valencia a su llegada hace ya casi ocho años, se ha ido poniendo en contra a toda la afición por los bandazos en el proyecto y decisiones -como la del Nuevo Mestalla- que han ido enterrando al club poco a poco.
O el mencionado Al Thani, que ha pasado por el juzgado y todavía no ha sido capaz de quitárselo de encima el Málaga.
Muchos suben a Primera
Siete de los ocho que estarán en Primera la temporada 2022/2023 han conseguido ascender a la máxima categoría con sus propietarios extranjeros. Así ha sido durante los últimos cuatro cursos: en 2019 fue el Granada, en 2020 el Elche, en 2021 el Espanyol y el Mallorca y en 2022 han hecho pleno el Valladolid, el Almería y el Girona.
De los seis de Segunda que lo intentarán el curso que viene, tres son los 'nuevos' (Zaragoza, Leganés y Sporting; en los que se han invertido casi 100 millones) y los otros son el Oviedo de Carlos Slim, el Albacete de la familia Kabchi que acaba de volver a la División de Plata y el Málaga de Al Thani.
Personajes por doquier en las directivas. Desde una leyenda del fútbol como Ronaldo Nazario en el Valladolid al gran amigo de Maradona, Bragarnik, en el Elche. Entre los multimillonarios aparece alguno que otro que es más extravagante, como el dueño del Almería -Turki Al-Sheikh-, y otros que se acaban metamorfoseando con el club, como el chino Chen Yansheng en el Espanyol.
Éxito o fracaso. Es la ruleta rusa de los propietarios extranjeros en el fútbol español. Tres acaban de llegar y otros lo irán haciendo. Al tiempo. Tras un parón en 2020 y 2021 por la pandemia, los ricos de otros países vuelven a aterrizar en La Liga y cada vez son menos los que quedan en manos de españoles. De los que son de los socios, casi es mejor ni hablar: quedan 4 (Real Madrid, Barcelona, Athletic y Osasuna).