87.192 espectadores en la final de Wembley y más de medio millón en las gradas entre el resto de partidos. La Eurocopa femenina ha roto durante las últimas semanas todas las barreras, convirtiéndose en mucho más que una competición deportiva. Inglaterra, anfitriona y campeona, puso todo para que la cita fuera un rotundo éxito.
Football is Coming Home ("El fútbol vuelve a casa") se volvió a cantar en el estadio y en las calles. La afición estuvo a la altura, siendo la final entre Inglaterra y Alemania la que más público ha reunido en la historia del torneo, tanto masculino como femenino. Lo de las mujeres ya no tiene freno.
Apoteósico, igual que lo fue el seguimiento que tuvo en España el camino de la Selección. Tres millones de personas vieron en La 1 aquella prórroga en la que cayeron las nuestras contra la ahora campeona. En Brighton, casi 30.000 personas lo siguieron in situ. Queda en el ranking como el cuarto partido con mayor afluencia de esta Euro.
[Inglaterra se lleva en la prórroga contra Alemania la Eurocopa femenina de los récords]
El público, sobre todo el inglés, se movió. Esta es la Eurocopa de los récords: siete de los diez partidos con mayor asistencia en la historia de la competición femenina se han celebrado en el último mes. El anterior mayor registro correspondía a la final de 2013 entre Alemania y Noruega, celebrada en Solna (Suecia): 41.301 espectadores. Lo batió el partido inaugural de esta edición (Inglaterra - Austria, 68.871 en Old Trafford) y lo duplicó la final de este domingo.
Cuando en los videomarcadores de Wembley anunciaron el número de espectadores, se celebró como un gol. En las gradas, y no solo en la final, se vio el colorido de banderas y emoción que acompañan a estas citas cuando juegan los hombres. Ya no solo es cosa de ellos. El fútbol femenino engancha y despierta cada vez más interés. Donde nació este deporte no iba a ser menos.
El último torneo de selecciones que ganó Inglaterra se celebró hace 56 años: el Mundial de 1966, también organizado en el país british. En aquel entonces, el fútbol femenino estaba allí prohibido por sus propios directivos. La Federación inglesa (FA) cerró las puertas a las mujeres en diciembre de 1921. Ese mismo año se estableció un récord de asistencia (53.000 espectadores) a un partido femenino que se mantuvo cerca de 100 años.
Tras la Primera Guerra Mundial, hubo un boom del fútbol femenino en Inglaterra, que atraía miles de espectadores. Ellas, trabajadoras de factorías, jugaban por amor al arte y donaban lo recaudado. Los hombres, ya profesionales, veían una competencia comercial seria. La tensión estalló cuando el Newcastle, actual equipo de la Premier League, no quiso ceder su estado al equipo femenino local. Luego vino la decisión drástica de la FA. La prohibición duró 50 años, hasta 1971.
Wembley, un año después
Han tenido que ser las mujeres las que han devuelto a su nación a lo más alto, justo un año después de la otra final que los hombres perdieron contra Italia también en Wembley.
Dos finales en el estadio londinense en 385 días y las dos con 'su' Inglaterra en la final. Una perdida y otra ganada. Una marcada por el bochorno de la violencia y el alcohol y la otra por la fiesta del fútbol en su máxima expresión. Al fútbol femenino todavía no ha llegado esa perversión hooligan que a veces acompaña al masculino, y que siga sin hacerlo.
Solo hicieron falta dos jornadas para superar la cifra más alta de espectadores en una fase final de una Eurocopa femenina. 240.055 personas acudieron a los estadios durante la edición de 2017 en los Países Bajos. Solo con los de la final de Wembley ya se suman más de un tercio de esa cifra; al final de la fase de grupos se llegó a los 357.993.
El 2022 se confirma como el año de celebración del fútbol femenino. La Eurocopa ha sido una guinda de grandes dimensiones para el pastel. Los mayores bocados se dieron en el Camp Nou, que en marzo y en abril reunió a más de 91.000 personas en dos partidos del FC Barcelona contra el Real Madrid y el Wolfsburgo. Históricamente, son los dos partidos con mayor afluencia de público. El tercero y el cuarto los pone esta Euro.
"El legado de esta Eurocopa es el cambio en la sociedad"
"El legado de este torneo es el cambio en la sociedad", decía Leah Williamson, capitana de Inglaterra, poco después de haber levantado el trofeo de la Eurocopa. "Hemos conseguido unir a todo el mundo y llenar los estadios de gente. Ahora queremos que la gente venga a los partidos de liga. El legado de este equipo es ser campeones y es el comienzo de un viaje", analizaba. Women's Football is Coming Home.