Durante el primer tramo de la pasada temporada, el FC Barcelona de Joan Laporta puso sello a su proyecto: el Dream Teen. Bautizó así al grupo de jóvenes que mezclaba canteranos de La Masía y promesas venidas de fuera y debía marcar el camino del club. Era la ruta a seguir a medio y largo plazo, aunque el presente quedara condicionado por su ritmo de crecimiento.
Para reflejar la apuesta por la juventud, el Barça puso en la portada del mes de octubre de su revista oficial a 14 futbolistas que no superaban los 22 años. Reunió a un grupo de jugadores que ya habían debutado con el primer equipo y debían ganar importancia a las órdenes del entonces entrenador Ronald Koeman. La realidad fue distinta.
El nerviosismo de Laporta y su directiva ante la falta de resultados dinamitó pronto la apuesta. En el último año, la edad media de la plantilla del Barça ha vuelto a crecer, los fichajes se amontonan en el vestuario gracias a las palancas y los jóvenes se quedan sin sitio o, directamente, cogen las maletas.
En la rampa de salida
El último caso es el de Riqui Puig, al que hace años se vendía como la siguiente gran estrella del Barça y acabó siendo la enésima desilusión de La Masía. Se marcha por la puerta de atrás, siendo apartado por Xavi Hernández en la pretemporada y poniendo rumbo a una liga menor (la MLS) para jugar en Los Angeles Galaxy.
Hace unos días también se oficializó la marcha de Óscar Mingueza, con la carta de libertad, al Celta. Ferran Jutglà se fue por cinco millones al Brujas belga y Ez Abde está muy cerca de irse cedido al Girona. Sin olvidarse de lo de Yusuf Demir, del que se decía que era el 'Messi austríaco' y se le bajó al juvenil para que se fuera.
La otra cara de la moneda son, sobre todo, Ronald Araújo y Pedri, dos de los pilares del Barça actual. De Ansu Fati está la duda de cómo volverá de su última lesión grave, mientras que Gavi deberá asentarse en un año en el que se le multiplica la competencia.
De canteranos quedan el lateral Álex Baldé -si ficha Marcos Alonso no será el suplente de Jordi Alba- y otro Álex, este Collado, al que se le busca equipo. Dos porteros, Iñaki Peña y Arnau Tenas, seguirán a la sombra de Ter Stegen aunque podrán tener alguna oportunidad si se confirma la salida de Neto, hasta ahora el suplente bajo palos.
De aquella portada, falta por analizar la situación de tres futbolistas. Son los que peor lo tienen, a excepción de los que se han ido o están a punto de hacerlo. A Sergiño Dest, por ejemplo, se le cierran las puertas continuamente. Primero firmando en invierno a Dani Alves, con 38 años, y ahora yendo a por César Azpilicueta. El lateral estadounidense está en el mercado, siendo catalogado su fichaje como un fracaso.
Eric García puede quedar ahora como el quinto central de la plantilla por detrás de Araújo, dos recién llegados (Koundé y Christensen) y Gerard Piqué. Nico González, que para Xavi ha sido un recurso de banquillo, también se ve encerrado con la llegada de Kessié y la posible continuidad de Frenkie de Jong y hasta Miralem Pjanic.
Así se ha disuelto el Dream Teen con solo un año de vida, mientras el Barça apuesta por una visión más cortoplacista. Eso significa sumar más unidades a la media de edad. Los más veteranos son los capitanes (Sergio Busquets, Piqué y Alba, con 34, 35 y 33 años), pero les siguen dos de los fichajes realizados los últimos meses: Lewandowski y Aubameyang, ambos de 33 años.
Los fichajes del Barça desde enero han tenido una media de 26,7 años -sin contar a Alves y Adama Traoré, que ya no forman parte de la plantilla. Las salidas han sido un año menores de media: 25,7. Tres tenían 30 años o más (Coutinho, Agüero y Luuk de Jong) y cinco no superaban los 23 (Demir, Jutglá, Mingueza, Riqui y Abde). El que falta es Lenglet, de 27 años.
De 24,4 a 25,9 años
El Barça piensa en Azplicueta (32 años) y Marcos Alonso (31) como últimos retoques de su plantilla, aunque podría compensarlo algo con las salidas de Neto (33), Pjanic (32), y Braithwaite (30). También las de Depay y Umtiti (ambos de 28 años), algo más jóvenes. Pero la realidad tras las operaciones del Barça es que la apuesta ha cambiado radicalmente en doce meses.
¿Cómo ha ocurrido? Con dinero en el bolsillo, lo que resta créditos a lo que se decía hace un año del ya extinto Dream Teen. Alguno no se lo explica dadas las millonarias deudas del club: "El Barcelona es el único club del mundo que no tiene dinero, pero luego compra a todos los jugadores que quiere. No sé cómo lo hacen", decía el entrenador Julian Nagelsmann, del Bayern Múnich, hace unas semanas.
A base de talonario (y palancas), La Masía y la apuesta por los jóvenes vuelven a quedar aplastados por los fichajes. Una forma, en lo económico y en lo deportivo, de hipotecarlo todo por salvaguardar el presente. Del Barça del Dream Teen al de los fichajes-palancas.