La 2022/2023 no es una temporada cualquiera para el FC Barcelona. La entidad ha puesto toda la carne sobre el asador para volver a ser un equipo de élite. Eso ha supuesto hipotecar su futuro con el objetivo de atraer nuevas vías de negocio y volver a la senda del éxito. Todo dependerá de que la pelota de fútbol en la portería y eso, además de los jugadores, estará en manos de Xavi Hernández. El técnico de Terrassa vivirá un momento clave en su trayectoria en los banquillos.
La leyenda azulgrana llegó a mitad de la temporada pasada, con una plantilla que acababa de perder a Leo Messi y en Europa League. Ahora ha tenido la posibilidad de preparar al equipo en pretemporada y ha recibido fichajes de primer nivel, aunque todavía tienen que inscribirlos en LaLiga, para volver a pelear por el título nacional con el Real Madrid y dar la cara en Europa ante los grandes equipos del Viejo Continente. No hay más excusas para Xavi. Debe demostrar que es un gran técnico.
Hasta ahora parece ir por ese camino. Los números del Barça desde su llegada solo hicieron que mejorar. La victoria en El Clásico de La Liga en el Santiago Bernabéu fue el momento culmen, a pesar de caer en cuartos de final de la Europa League en la que fue la gran decepción. Con los Ronald Araújo, Pedri González y Ansu Fati debe establecer ese modelo de cantera prestigioso para el club, mientras que las inversiones hechas por el club dan un salto de nivel. Todo comienza este sábado ante el Rayo Vallecano en el Camp Nou.
Fichar en una ventana de verano a Robert Lewandowski, Raphinha, Jules Koundé, Andreas Christensen y Franck Kessié, así como renovar a Sergi Roberto y Ousmane Dembélé significa que tu dirección deportiva ha hecho un gran trabajo. Más aún cuando todavía pueden llegar jugadores como Bernardo Silva y Marcos Alonso. Más allá de las formas, si se ciñe solo a lo deportivo, Xavi ha mejorado con creces su plantilla como para que pueda conseguir varios éxitos este año.
Línea por línea, el Barça posee una plantilla más que competitiva. Xavi tiene claro como quiere jugar, aunque en momentos de la pasada temporada tuvo que recurrir a modelos que su afición repudiaba como eran los centros hacia Luuk De Jong o encerrarse en su propio campo con defensa de cinco para defender resultados. El Camp Nou también exigirá al de Terrassa que vuelva el estilo tradicional de la entidad culé como forma de regresar a la senda del éxito.
Mejores línea por línea
La portería la seguirá sosteniendo un Marc-André ter Stegen que bajó su nivel el año pasado y que tendrá que recuperar sensaciones del pasado. En eso también se ha centrado el equipo de Xavi esta pretemporada. Donde tendrá que dar un salto hacia adelante es en la línea defensiva. Christensen llega en lugar de un Lenglet decepcionante en las últimas temporadas, mientras que Koundé llega con la premisa de ser el hombre que lidere a la zaga en el presente y en el futuro junto a la promesa de Eric García.
Gerard Piqué seguramente tenga un papel de menor importancia esta temporada, pasando esos galones a un Ronald Araújo que se moverá entre el puesto de central y el lateral derecho. Sergiño Dest debería dar un paso adelante en esta posición, sobre todo si finalmente juega como carrilero. Jordi Alba también está más protegido con tres centrales por detrás, algo a lo que también está acostumbrado Marcos Alonso si termina llegando. La gran tarea de Xavi es bajar las cifras de 66 goles en contra.
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El Barça siempre se ha caracterizado por tener un centro del campo fuerte y eso tratará de armar. Con la figura de Frenkie De Jong en el aire, cuando era el hombre sobre el que se iba a edificar el futuro en esta posición, ahora todo versará en torno a Pedri González. Sergio Busquets y Franck Kessié deberían de completar la medular ideal a la espera de saber si se puede concretar finalmente la llegada del hombre que se convertiría en la gran estrella de esta zona: Bernardo Silva.
Xavi no tendrá tantos suplentes de garantías. Con Sergi Roberto entre el centro del campo y el lateral, el regreso de Miralem Pjanic y la llegada de un Pablo Torre que aspira a ser una de las revelaciones de La Liga. Todos ellos tienen la capacidad para jugar bien con el balón en los pies, mantener la posesión y moverlo con calidad. Además, incorporan un jugador diferente como Kessié, mientras Pedri sigue desatándose y pisando más el área. Por el canario pasarán gran parte de las opciones del equipo esta temporada.
La línea que marcará la diferencia será el ataque. Xavi contará con seis delanteros del primer nivel, por lo que todo lo que no sea alcanzar altas cifras goleadoras será una decepción. Ahí marcará la diferencia Lewandowski. El Barça recibe al máximo goleador de Europa en las últimas temporadas y aceptó el reto de llegar a La Liga para competir cara a cara con Karim Benzema por el título de mejor delantero de todo el mundo.
A priori, compartirá titularidad con Raphinha y Dembélé. Xavi tendrá dos extremos veloces y encaradores, además de con una gran capacidad para disparar a portería. Lo mejor es que desde el banquillo saltarán otros tres futbolistas con grandes capacidades. Xavi debe ayudar a Ansu Fati a ser lo que prometía antes de su grave lesión. Ferran Torres está asentado en la élite y vivirá una campaña en la que se juega ser titular en el Mundial. Pierre-Emerick Aubameyang está más que consagrado en la élite y un seguro de goles.
La presión
Aún así, Hernández tendrá que hacer casar todas estas piezas para que conformen un único bloque con química y ambición por volver a ganar. Encajar el rompecabezas parece sencillo a priori con jugadores de calidad y promesas que pueden dar aún más. Todo esto lo hará en un ambiente de presión por la necesidad de éxitos inmediatos. El Barça ha hipotecado parte de su futuro vendiendo activos para poder solventar su situación económica a corto plazo y hacer fichajes.
Si el Barça no vuelve a la senda del éxito, el club seguiría perdiendo ingresos, entrando en una situación de riesgo en cuanto a su modelo de propiedad. El club ha hecho una apuesta clara para el presente y que el futuro pueda ser próspero. De esto depende que Xavi haga una gran temporada. Más allá de su estima como entrenador, la entidad de sus amores puede quedar herida de gravedad si su trabajo a los mandos de la nave azulgrana no llega a buen puerto.