El vestuario de la selección de fútbol femenino de España se rompe definitivamente. Un gran número de las jugadoras habituales en las convocatorias del equipo nacional se ha reunido con Jorge Vilda, tanto presencial como telefónicamente, para pedir que dimita de su puesto. Las futbolistas entienden que es necesario un cambio antes del Mundial de Australia 2023. El seleccionador transmitió a sus profesionales que no piensa presentar su dimisión y que cuenta con el apoyo del presidente de la RFEF, Luis Rubiales.
España cayó en cuartos de final de la Eurocopa 2022 ante la selección que terminó ganando el torneo, Inglaterra. Desde antes de la cita en Reino Unido se produjeron varias confrontaciones que generaron un ambiente de crispación durante el campeonato de Europa. La gestión de las lesiones de jugadoras trascendentales como Jenni Hermoso puso en el foco la relación difícil entre las futbolistas y el seleccionador. Jorge Vilda asumió el cargo en 2015 y renovó este verano hasta 2024.
El equipo nacional se concentró este lunes para disputar dos encuentros de clasificación para el Mundial 2023, aunque son intrascendentes porque España ya tiene billete para Australia, en este parón internacional antes de que comience la Liga Profesional de Fútbol Femenino. Con su mejor generación de la historia, aderezada por el título Mundial cosechado este pasado fin de semana por la sub-20, la selección afronta esta crisis interna con el objetivo de solucionarla antes del próximo gran torneo.
Vilda se agarra a los dos años de contrato que tiene en vigor, además de a la confianza de Rubiales. El presidente guarda una gran relación personal con el técnico, al que arropó durante la Eurocopa. Durante el torneo destacó que "ha tenido que caminar por el desierto cuando nuestro fútbol no tenía la talla de hoy en día y nuestra confianza en él es plena". Justificó su renovación este verano puntualizando que daba "estabilidad y esperanza".
Las capitanas de la selección fueron las impulsoras de este movimiento. Según adelantó El Confidencial, Alexia Putellas, Irene Paredes y Patri Guijarro hablaron con el presidente de la Real Federación Española de Fútbol en primer lugar. Durante la convocatoria de estos días en Las Rozas es cuando se ha producido la reunión en la que otra parte de las jugadoras han comunicado personalmente su postura a Vilda. También piden cambios en la cúpula directiva que preside Rafael del Amo.
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Además del resultado del último torneo, en el que las jugadoras creen que el nivel de la Selección era superior a los cuartos de final que alcanzaron, el malestar se centra en que los entrenamientos no están siendo fuertes y las decisiones técnicas de Vilda son muy cuestionables. Las futbolistas entienden que se ha llegado a un punto de estancamiento que impide avanzar al equipo nacional. El acuerdo de igualdad de condiciones salariales con el equipo masculino no consiguió apaciguar las aguas.
Cabe recordar que el seleccionador es también director deportivo de fútbol femenino en la RFEF. Es decir, Vilda tendría que echarse a sí mismo. La noticia no ha pillado de sorpresa en los despachos de la Federación. Es más, lidian con este distanciamiento desde la Eurocopa. Es por lo que Rubiales siempre mostró su apoyo público a las decisiones del seleccionador. El presidente tendrá que lidiar con un problema más después de un último año en el que incluso sus casos han llegado a los tribunales.