El FC Barcelona de Xavi Hernández y de las palancas empieza a funcionar. Los azulgranas, a pesar del doloroso tropiezo en Champions contra el Bayern de Múnich, han cambiado radicalmente su cara respecto a la pasada temporada. Ahora, a falta de encontrar el nivel en Europa, han conseguido dar la vuelta a su situación en La Liga.
De momento, se mantienen a rebufo de un Real Madrid que no frena y no se deja puntos. Los de Ancelotti han consumado su seis de seis en el campeonato nacional, mientras que los de Xavi se dejaron dos puntos en su debut frente al Rayo Vallecano en el Camp Nou. Aún así, su rendimiento ha venido rodado después de aquel mal partido.
Esta buena dinámica podría hacer que todo fuera felicidad en Can Barça. Sin embargo, no es así, ya que hay un par de problemas en el vestuario azulgrana que Xavi tiene que atajar antes de que se conviertan en un foco de mayores guerras internas. Es la situación de dos de las vacas sagradas, Gerard Piqué y Jordi Alba.
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Ninguno de los dos está contando con protagonismo para el entrenador catalán y ahora mismo tienen muy complicado sumar en este equipo que empieza a despegar. El mensaje que les ha mandado el club en el mercado de fichajes de este verano ha sido claro y contundente.
Para reforzar el eje de la zaga han llegado Andreas Christensen y Jules Koundé. Aunque el francés está ejerciendo de lateral derecho ante la falta de jugadores en esa demarcación. Y en el flanco izquierdo también se ha fichado a Marcos Alonso y se está dando galones a una joven promesa como Balde. De hecho, el canterano es el titular.
Guerra total en el vestuario
La situación está muy tensa con los dos jugadores, pero sobre todo con Gerard Piqué. El central, uno de los pesos pesados de la plantilla y capitán, solo ha disputado dos partidos de los ocho que ya se han jugado. Ante el Cádiz en La Liga y ante el Viktoria Pilsen en la Champions. Un bagaje muy reducido para un jugador de su talla y de su peso histórico en el club.
Pero además de los fichajes, Gerard Piqué tiene otros problemas. Eric García y Ronald Araujo también están por delante de él en la pelea por los minutos. Ser más protagonista por líos extradeportivos que por su rendimiento en el terreno de juego no le está haciendo ningún favor. Este ya es su peor inicio de temporada con diferencia.
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Tras el partido contra el Bayern de Múnich en el que el Barça cayó derrotado por 2-0, Gerard Piqué tuvo un encontronazo con Xavi, tal y como informó el diario SPORT. El central realizó un comentario que el técnico escuchó: "No juego ni a la petanca". Su excompañero, ahora capitán general del vestuario, le respondió: "Y menos que lo vas a hacer". Una afrenta que sorprendió enormemente al central catalán.
Apuestan por su continuidad
A pesar de esta guerra, Piqué no tira la toalla y ya ha transmitido a su círculo más cercano que de momento no tiene la idea de la retirada en mente. De hecho, sigue confiando en ser importante para el equipo a lo largo de la temporada, cuando sea necesario repartir minutos. Su gran baza será cuando algunos de sus compañeros como Koundé o Eric García tengan que acudir al Mundial. Ese desgaste puede ser su momento para aprovechar y tener una mayor participación.
La situación de Jordi Alba no es muy diferente a la de Piqué. Ha jugado algo más, cuatro partidos, tres de ellos en Liga y uno en Champions. Sus minutos ascienden a los 218 por los 134 que acumula Gerard. Pero su consideración en la plantilla es muy similar. Por delante tiene al nuevo fichaje, Marcos Alonso, y al canterano Balde, quien se ha destapado como una de las revelaciones de la temporada. En el último duelo ante el Elche repartió dos asistencias.
Jordi Alba ya estuvo a punto de salir este verano a petición del Barça. Joan Laporta y Mateu Alemany le buscaron acomodo en el Inter de Milán, pero el lateral rechazó la propuesta. Quería seguir en el Camp Nou y ganarse ahí un puesto en la lista para el Mundial. No obstante, Xavi parece tener decidido que no habrá cambio de opinión y seguirá tensando la cuerda con las dos vacas sagradas.