La selección española de fútbol femenino ha vivido en un auténtico terremoto durante el último mes. Pero especialmente en unos últimos quince días que ha originado un terremoto en un vestuario que ha quedado muy tocado cuando se aproximan grandes retos en el horizonte. En el año 2023 habrá Mundial y España tiene opciones de soñar con algo realmente grande. 

Sin embargo, en estos momentos la tranquilidad y la calma brillan por su ausencia. Tanto es así que se ha rumoreado con que varias jugadoras del equipo habían pedido la destitución de Jorge Vilda, algo que después desmintieron. Pero de lo que no hay duda es de que la guerra amenaza con debilitar el nivel del equipo. 

De momento, ya son 15 las jugadoras que han decidido apartarse de la Selección en próximas convocatorias hasta que se pueda solucionar en cierto modo lo que ha pasado con el equipo nacional y con la figura del entrenador. Su ausencia llevará a una considerable caída del nivel de las jugadoras seleccionables. Entre ellas se encuentran estrellas de la importancia de Alexia Putellas, Aitana Bonmatí, Patri Guijarro, Mapi León o Sandra Paños. Un núcleo muy poderoso formado en su mayoría por jugadoras del Barça.

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Ahora, el técnico Jorge Vilda ha roto su silencio y ha hablado en declaraciones a la revista Esquire donde ha transmitido que a pesar del conflicto se sigue sintiendo muy fuerte en su cargo y capacitado para llevar a cabo cualquier reto que se proponga.  

Jorge Vilda, durante el partido de España contra Hungría EFE

Abierto al diálogo

Además, abre su puerta a un posible diálogo para lograr el mayor entendimiento posible en una afrenta que ha hecho tambalearse incluso los cimientos de la Real Federación Española de Fútbol: "Soy una persona dialogante. Mi puerta siempre está abierta para hablar y para solucionar las cosas".

De lo que no duda Vilda es de su continuidad y, sobre todo, de su unión con Luis Rubiales y con la RFEF. El presidente ha conseguido con este seleccionador lo que también ha pretendido con un verso libre como Luis Enrique: tener un hombre de club. En este caso, del ente federativo. Con el asturiano no le ha sido fácil, pero con Vilda, parece que esa misión está más que conseguida. 

"He tenido ofertas fuera de España, más lejos, más cerca, pero estoy donde quiero estar. Mi compromiso con la Federación y con España es total. Tenemos un equipazo, sabemos a lo que jugamos, la gente nos respeta por nuestra forma de jugar y estoy donde quiero estar".

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Jorge Vilda dirigiendo un entrenamiento de la selección española de fútbol femenino en Las Rozas Europa Press

El seleccionador asegura que este tipo de conflictos, a pesar de que ha supuesto un hecho histórico y sin precedentes tanto en fútbol masculino como femenino, suelen ser más frecuentes de lo que muchas personas creen: "Son situaciones del fútbol. Vamos a seguir trabajando para llegar en las mejores condiciones al Mundial. Me siento fuerte para continuar porque tenemos una temporada ilusionante y un reto muy bonito en el Mundial".

Por último, Vilda ha hablado de sus momentos más duros como entrenador. Reconoce que el golpe más fuerte se lo llevó cuando se enteró de la enfermedad de Virginia Torrecilla, quien sufrió un tumor cerebral que le hizo dejar el fútbol durante un tiempo. Y también admite que la lesión de Alexia Putellas, a pocos días de la pasada Eurocopa, fue un auténtico mazazo: "Fue una bomba atómica. Hubo que gestionarlo a nivel emocional. Lo más llamativo es la fuerza que tiene Alexia, era extraordinario verla cómo animaba al resto".